Yo creo en los cielos y en los mares
percibo en viento en mis mejillas
y escribo cosas en cuartillas.
No he pretendido ser poeta
me aburre escalar cualquier montaña
y loco estoy de la chaveta
enamorado estoy de una araña.
Si un helicóptero sobrevuela
mis perros ladran y me llaman
y me descalzo y me arrodillo
para que ellos jueguen con la suela.
¿De qué me sirve ser poeta
si a pulmón libre no consigo
beberme todo lo que vivo?
Yo creo en los cielos y en los mares
percibo en viento en mis mejillas
y escribo cosas en cuartillas.
Si llaman al timbre de la puerta
sonrío y me acerco y no veo a nadie
luego me río y me doy la vuelta.
Y será quizás cuando marchamos
que cuando andamos no pisamos
cuando pensamos no lloramos.
¿De qué me sirve entonces ser poeta
si cuando miro al horizonte
nunca se ve al rinoceronte?
con mucha suerte una cuneta.
Escribo cosas en cuartillas
yo creo en los cielos y en los mares
percibo en viento en mis mejillas.
Algunas pasan otras me invento
muchas quizás nunca ocurrirán
es como creer al ayuntamiento.
Y quienes mandan en mi pueblo
magrean las tetas caribeñas
cuando se mofan de los negros
y luego beben Valdepeñas.
Y cuando paso por las calles
y veo sus caras que me miran
pienso en sus hijos y en su madre
dicen que duermen y es mentira.
Y aquí se quedan nuestras notas
son como pelotas tristes
betún de un pobre limpiabotas.
Ya no me engaña el telediario
ni caso le hago al de la radio
el pan lo pago con dinero
y del tabaco no me alejo.
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