jueves, 14 de octubre de 2010

DE LA DANZA

Eras doliente danza batida por las olas
un mediodía de mayo y no te comprendía
no miraba tus manos que surcaban la calle
para buscar la plata
que brillaba a lo lejos.

Eras doliente danza refugiada y atenta
en cualquier casapuerta aterida y nerviosa
resonaban tus pasos
en todas la esquinas
pero no te miraba
ocupado en nadar
y ocultar mi delirio.

Eras doliente danza
arpegio de guitarra
colgado de la noche
y no te comprendía.
Llamabas a mis ojos
con líneas y señales
que abren el firmamento
a las mejores naves.

Eras doliente danza con tráfico en el muelle
y niñas con jacintos
prendidos en el pelo
para enamorar soles
y no te comprendía.
Me miraba los dedos
la lámpara torcida
o las grúas herrumbrosas
que olvidadas perecen.

Andábamos distantes sin cruzar las orillas.
Debí entonces decirte:
seremos el futuro
tu danza y mi nostalgia
la gloria y tu alegría
conquistarán los cielos.
pero volví la cara
yo no te comprendía.




Del LIBRO DE LOS AMIGOS

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