se entristece de vernos tan despiertos
y se pregunta muda qué queremos?
Cuánto saben las sombras de derrotas
destinos sobresaltados, falsos soles
balanceándose quizás en una lágrima.
La noche que nosotros llamamos día
declara la inocencia caprichosa
escondida en el pliegue de la risa.
Un contrabajo llora en la pletina
Savakus acaricia sus maderas
y Chet Baker nos mira y me sonríe.
De AÑIL - LIBRO DE LOS AMIGOS
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