Imaginaba un campo
inmenso bien cuidado
con macizos de flores regado por el Sena
y niños
como sombrass que se multiplicaban
sus risas y sus juegos y también
sus crueldades
cercanos a las madres que atentas los custodian.
Imaginaba un parque rodeado de avenidas
como el Campo de Marte
que no queda muy lejos.
pero Eiffel erigió su torre en otro sitio.
Imaginaba una vía por donde transitasen
felices parisinos y muchos forasteros
sentados en sus bancos
tomándose un helado
y hablando de sus cosas.
Eso me imaginaba.
¡Qué ingrata la sorpresa
qué triste el espectáculo
qué terrible el momento!
La gente abigarrada
tropezándose siempre
flanqueados por comercios
grandes escaparates
y coches coches coches
algunas limusinas
y buses de dos pisos que ni siquieran paran
y flashes de sus fotos
un festival de ricos que juegan al poder
mientras otros contemplan
con sus ojos vacíos objetos de consumo
a inalcanzables precios
y coches coches coches
y apretujada gente
vigilada por guardias con ametralladoras.
¿Dónde estará ese campo que yo me imaginaba
donde corren los niños
con sus madres atentas
las de sonrisa ancha
gozosas sonrientes incluso descaradas
de su tranquilidad o su belleza
y donde una pelota
o un abrazo es el mejor trofeo?
Del libro LAS CIUDADES
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