jueves, 14 de octubre de 2010

ERROR DE DENOMINACIÓN

Al hambre le llamamos amor
nos decía Rilke
un mediodía de Marzo
y los olmos plantados años atrás
crecían esqueléticos asustados
frente al infame edificio
de antenas grises y puntiagudas.

Oíamos la voz aguardientosa
de Kenny Rogers,
borracho y solitario
por la ciudad de Memphis.


Al hambre le hemos llamado
tantas cosas: Marta,
Salud, Juventud, María,
Cádiz, Azucena, Instituto,
Ilusión, Refugio...

Incluso hubo un momento
en que creíamos llamarla edad,
nuestra desorientación era tanta
que nos mirábamos
los insondables surcos de las manos.

Amor y hambre, de tanto denominaros erróneamente
habeis crecido y hoy
poneis adjetivos a las cosas.



De EL LIBRO DE LAS NAVEGACIONES INTERIORES
Primera edición de bibliófilo de 50 ejemplares,
mecenazgo del artista Franco Policastro, 1999
Segunda edición de 1000 ejemplares,
gentileza de Mariscos Romerijo, 2002

No hay comentarios:

Publicar un comentario