Su nombre no recuerdo su cara se me pierde
sólo observo esa zona hendida por la nieve
veo como se dilata siento sus contracciones
alterándome siempre.
Su nombre no recuerdo su cara no percibo
toda ella es néctar libaré de su cuerpo
como tábano perdido en la ciudad.
Su nombre no recuerdo su cara se ha borrado
su voz no la percibo sólo advierto sus senos
despiertos a la noche moviéndose alocados
acosándome siempre
Su nombre no recuerdo su cara ya no está
fruto de la inocencia faro del imprevisto
metal incandescente venenosa ciénaga
para acabar conmigo.
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