Aunque tengo motivos para odiarte
te amo Barcelona
“Ciudad de los prodigios”.
Tu preciso urbanismo racional elegante
la gente que camina
los buses y los metros
y esos taxis de puertas amarillas.
La Sagrada Familia
para asombro del mundo
las plazas y los parques pequeños.
y tan hermosas fuentes.
Sé que debería odiarte
maldecirte alejarme gritar
¡No no no ya no te quiero!
Mas tu influjo me puede.
¿Será por ese viento que trae el Mediterráneo
O tus puras colinas los mercados los barcos
los colmados las olas o los funiculares?
Vida muerte esperanza dolor
trabajo desempleo los hijos la familia
y también las mujeres de tan distintas razas.
Eres Barcelona como esa hermosa amante
que sin decir palabra te abandonó a tu suerte
y que cualquier mañana te llama
por teléfono
Si no estuviese tan loco de ti me alejaría
como un ratón que huye
del queso de la trampa
y espanta donde pasa
pero soy incapaz no puedo resistirme
me tienes agarrado
no queda otro remedio.
Vencido
me resigno.
Sentado en cualquier sitio admiro tus fachadas
y el Art Decó me arrastra
al Oriente que amo.
Hasta la propaganda que en cualquier sitio asquea
señorea las farolas.
Ni siquiera la peste a gasoil de los buses
el calor los atascos el bochorno
o el ruido de los velomotores
los precios las distancias
consigue que te olvide,
Y es que a esta capital que conocí de joven
en avión conduciendo en tren
por Bailén Granada Valencia Madrid o Zaragoza
donde tanta amargura
y tanta comprensión me ha deparado
pertenece a mi historia
y es parte de mi sombra.
Atrás -allá en el sur- perdí las ataduras
y encontré a los artistas a ésos que yo admiraba
paradójicamente en un banco muy raro
donde hallé pintores escritores cineastas
que afirmaban hacer falsos estudios económicos
e incluso yo me vi allí escribiendo
yo que me equivoco hasta sumando.
Fue la primera vez que el conserje de un banco
el poeta Florentino Huerga
me reclamaba urgente todo cuanto creaba
para distribuirlos en carpetas azules
a falsos estudiosos de la economía.
Teléfono fax y fotocopias y alguna que otra copa.
Yo no lo creía me sentía como en sueños
lo mismo estaba hablando con uno de mis ídolos
que solo y dolorido en un quirófano.
Así eres Barcelona
una extensión de mi como el coche de un niño
que arrastra por su vida
y vuelvo vuelvo vuelvo
a deambular tus calles pasearme por tus metros
admirar tu urbanismo y oir tu hermosa llingua.
Y es que a veces el norte se convierte en el sur
cuando uno se desplaza acepta lo distinto
se integra se mestiza se hace niño
otra vez llora sufre y se ríe
de las propias desgracias.
Del libro LAS CIUDADES
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