Para Abdellatif
De espaldas y de pie se arreglaba el cabello
metida en la bañera y la luz la sitiaba
como tornasolándose y el artista la pinta
ebrio y emocionado
porque añora su cuerpo como en un espejismo
que rara vez se cumple.
Procedía del Atlántico o quizás de la Atlántida
puede que una odalisca
o una humilde mujer que a veces se arrodilla
varias veces al día y habla consigo misma.
De espaldas y de pie desnuda frente al cielo
su pelo arrebatado
sus imponentes muslos
son sólidas columnas que unen dos continentes.
Y el baño se convierte
por pequeño que sea
en el mejor teatro donde suena afinada
Zherezade en la radio.
Yo le miro sus manos y adivino su cara
perdida entre los vahos
mezclada con la brisa del Luxus que la mira
pero es que los espejos
siempre dicen mentiras.
2008
No hay comentarios:
Publicar un comentario