TROQUELAR LA ESPERANZA no garantiza destellos suaves a la Aurora. Sirve, eso sí, de ridículo MARBETE PARCO A UN CIEMPIÉS,
o como futivo alanceador de venablos a la diana que AMARILLEA
LA PALABRA.
EN LA CORNISA FRONTAL DE UN LIENZO SUFRIÓ EL AGUA SU DESNUDO. Y allí mismo dos goletas inauguraron sublimes subterráneas singladuras.
ENTRETANTO ESTRATEGA DE SUEñOS. Embaucadora de sirenas,
oto capitel de la Atlántida, falsa aguamarina, medusa, templo
persa...
La luna de mi ropero bien lo sabe.
DETRÁS DEL ÚLTIMO ANAGRAMA
SE COBIJA UN HOMBRE.
oo0oo
(*) De la primera entrega del CUADERNO DE DESEO escrito en
colaboración con Ana María Fariñas.
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