Nadie sabía que martirizabas un colibrí de amor entre los dientes.
Federico García Lorca
Aterradoramente despiertos
todos,
continuando por las habitaciones de
la tierra
falsos,
forastero siempre
y desnudo
figurante helado,
peregrino
de la luz.
Trágica
v
o
l
u
t
a incipiente de humo
el otro
trueno
tormentosamente
orgásmico.
Contemporáneo de la vida
blanco móvil de Edipo.
S u s p i r i a i n a c a
b
a
d
a
ondina-sortilegio-sin-trenzas.
Aprendiz de homo
s
a
p
i
e
n
s
dos y treinta y cinco
de la tarde
martes.
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