BOLÍGRAFOS DE FUEGO
He puesto nombre a los pinos
música sobre los barcos
charlo con los gorriones
crucigramas imposibles
arcoíris en la noche
grito por las avenidas.
Ya no me importa morirme
ahora –en este momento-
he amado con tanta fuerza
y tanto dolor y olvido
poco importa
si en ambulancias me llevan
a camas de perturbados
o a grutas de manicomios..
Vivo y miro alrededor
y solo encuentro consuelo
mirando un escarabajo
si las gaviotas me guiñan
o un vapor llama a mi puerta.
Si esto es locura
estoy loco
loco como siempre he sido
charlando con las farolas
y en los cielos las respuestas..
Todo lo que no hemos hecho
lugares que nunca vimos
favores que no cumplimos
personas que despreciamos
con sus dedos nos señalan
volviéndonos la cabeza.
La muerte siempre rondándome
hablo solo todo el día
soy mi mejor camarada
-mis muertos siempre conmigo-
y el fuego el mejor testigo
por devolver a la tierra
las cenizas
-lo que somos-.
Un bolígrafo de fuego en la mano
un bote de espray en la pared
la pluma que tanto amo
el fuego que todo lo purifica
para contarle a la gente
la ingenuidad de los niños
y la crueldad de la vida.
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