miércoles, 13 de octubre de 2010

POEMA DEL CARACOL

Yo sé que hay en el cielo
Una pluma suave
Que dibuja incansable ríos y montañas
Barriendo nubes negras los días soleados

Yo he visto a una serpiente inmensa enroscarse
En un río pa sin pagar billete bajar hasta la playa
Y el río le mostraba incansable su talonario negro
Se paraba en los rápidos
Cambiaba la corriente
Se agarraba a los cañaverales
Intentando denodadamente el llegar con retraso

Yo
Desde mi ventana hablo con los marcianos
Y como mi balcón es grande
Les he dicho que pueden usarlo como pista
Sin necesidad alguna de pagar el peaje

Yo tengo en la nevera un caracol gigante vivo
Con más de cinco metros
Un caracol que fuma y que hace crucigramas
Se alimenta de libros sin palabras
Y de luces negras los domingos
No se saca nunca de paseo
Porque le da cierto miedo los barrenderos municipales

En casa no usamos sábanas en la cama
Dormimos desnudos
Sólo nos tapamos con una tela de araña invisible
Regalo de un amigo nuestro ciego de Brooklyn
Y este mismo amigo también nos está fabricando
Unas bicicletitas desmontables
Para andar por el fondo de los lagos en invierno

Yo tengo una vecina a la que disgusta
Todas las maravillas que tenemos en casa
Un día sí y otro no nos está denunciando por brujería
Y los guardias civiles con un papel escrito me registran la casa
Menos mas que el caracol gigante me avisa de antemano
Y lo escondo en la lámpara vieja regalo de mi abuela
La tela de araña la pongo entre los libros especiales sin palabras
Cubriendo la pista de aterrizaje de los marcianos
Yo mismo tengo ahora dieciocho manos y cinco piernas
Las puertas de mi piso son de trescientos metros las bajitas
Con lucecitas rojas en las puntas pa que no me las partan los aviones


Del libro inédito SATYAHARA NO QUIERE VERME HOY
Publicado en la Antología Qadish Muestra de la Joven Poesía Gaditana
Fundación Municipal de Cultura - Puerto de Santa María
1980

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