sábado, 16 de octubre de 2010

BARCELONA –II-

Aunque tengo motivos para odiarte
te amo Barcelona
“Ciudad de los prodigios”.

Tu preciso urbanismo racional elegante
la gente que camina
los buses y los metros
y esos taxis de puertas amarillas.

La Sagrada Familia
para asombro del mundo
las plazas y los parques pequeños.
y tan hermosas fuentes.

Sé que debería odiarte
maldecirte alejarme gritar
¡No no no ya no te quiero!
Mas tu influjo me puede.

¿Será por ese viento que trae el Mediterráneo
O tus puras colinas los mercados los barcos
los colmados las olas o los funiculares?

Vida muerte esperanza dolor
trabajo desempleo los hijos la familia
y también las mujeres de tan distintas razas.

Eres Barcelona como esa hermosa amante
que sin decir palabra te abandonó a tu suerte
y que cualquier mañana te llama
por teléfono

Si no estuviese tan loco de ti me alejaría
como un ratón que huye
del queso de la trampa
y espanta donde pasa
pero soy incapaz no puedo resistirme
me tienes agarrado
no queda otro remedio.
Vencido
me resigno.

Sentado en cualquier sitio admiro tus fachadas
y el Art Decó me arrastra
al Oriente que amo.
Hasta la propaganda que en cualquier sitio asquea
señorea las farolas.

Ni siquiera la peste a gasoil de los buses
el calor los atascos el bochorno
o el ruido de los velomotores
los precios las distancias
consigue que te olvide,

Y es que a esta capital que conocí de joven
en avión conduciendo en tren
por Bailén Granada Valencia Madrid o Zaragoza
donde tanta amargura
y tanta comprensión me ha deparado
pertenece a mi historia
y es parte de mi sombra.

Atrás -allá en el sur- perdí las ataduras
y encontré a los artistas a ésos que yo admiraba
paradójicamente en un banco muy raro
donde hallé pintores escritores cineastas
que afirmaban hacer falsos estudios económicos
e incluso yo me vi allí escribiendo
yo que me equivoco hasta sumando.

Fue la primera vez que el conserje de un banco
el poeta Florentino Huerga
me reclamaba urgente todo cuanto creaba
para distribuirlos en carpetas azules
a falsos estudiosos de la economía.
Teléfono fax y fotocopias y alguna que otra copa.

Yo no lo creía me sentía como en sueños
lo mismo estaba hablando con uno de mis ídolos
que solo y dolorido en un quirófano.

Así eres Barcelona
una extensión de mi como el coche de un niño
que arrastra por su vida
y vuelvo vuelvo vuelvo
a deambular tus calles pasearme por tus metros
admirar tu urbanismo y oir tu hermosa llingua.

Y es que a veces el norte se convierte en el sur
cuando uno se desplaza acepta lo distinto
se integra se mestiza se hace niño
otra vez llora sufre y se ríe
de las propias desgracias.


Del libro LAS CIUDADES

GYÖR (Hungría)

Bellísimos los ojos
y aún más lo son sus torres.
Stalin y Kruchev y un húngaro cerámico
prometían espejismos.

¿Acaso aquel enano
asesino iluminado por su Dios
conocía las respuestas
y nuestros arcos iris en aquellas tormentas
-Juanito Valderrama-
no eran tan inocentes?

Ajenas -las palomas-
erguidas poderosas
cerca del pararrayos.

La ciudad viejos taxis
tristes como mendigos
respiran se atropellan
hacen sonar sus claxons.

Una vez más vencidos
nos duchamos sin sexo
cano el pelo y la barba
temblorosas las manos
y una amarga sonrisa
nos dicen que es de día.
0oo0oo0

Puede que en algún sitio
alguien cuente dinero
a pesar de todo
y rubias camaradas
se plieguen al deseo.



Del libro LAS CIUDADES

LAS CIUDADES

Las ciudades destilan su propia pestilencia
aunque no se perciba
y en sus aceras guardan rancios
mocos antiguos chicles meadas
mierdas que esquivamos.

En las grandes ciudades la gente da por bueno
bajar a los submundos y viajar como ratas
por las alcantarillas. Eso sí, sin mirarse
subidos en los trenes.

Algunos asqueados simulan leer un libro
otras cierran los ojos y muchos nos miramos
temiendo que nos roben
al entrar o salir de cualquier estación.

No hay ninguna ciudad que guarde analogía
todas son diferentes y todas son iguales
con orgullo nos muestran
sus históricos centros
arrogantes catedrales
palacios deslumbradores
avenidas y parques sombreados
por prodigiosos árboles
pero por esos sitios caminan
Ignorantes y tristes y sucios
como escobas
millones de personas
anónimos
desnudos
indignados
con la lágrima oculta
sabiéndose perdidos
incluso conocedores del destino.


Del libro LAS CIUDADES

LES CHAMPS-ELYSÉES

Imaginaba un campo
inmenso bien cuidado
con macizos de flores regado por el Sena
y niños
como sombrass que se multiplicaban
sus risas y sus juegos y también
sus crueldades
cercanos a las madres que atentas los custodian.

Imaginaba un parque rodeado de avenidas
como el Campo de Marte
que no queda muy lejos.
pero Eiffel erigió su torre en otro sitio.

Imaginaba una vía por donde transitasen
felices parisinos y muchos forasteros
sentados en sus bancos
tomándose un helado
y hablando de sus cosas.

Eso me imaginaba.
¡Qué ingrata la sorpresa
qué triste el espectáculo
qué terrible el momento!

La gente abigarrada
tropezándose siempre
flanqueados por comercios
grandes escaparates
y coches coches coches
algunas limusinas
y buses de dos pisos que ni siquieran paran
y flashes de sus fotos
un festival de ricos que juegan al poder
mientras otros contemplan
con sus ojos vacíos objetos de consumo
a inalcanzables precios
y coches coches coches
y apretujada gente
vigilada por guardias con ametralladoras.

¿Dónde estará ese campo que yo me imaginaba
donde corren los niños
con sus madres atentas
las de sonrisa ancha
gozosas sonrientes incluso descaradas
de su tranquilidad o su belleza
y donde una pelota
o un abrazo es el mejor trofeo?



Del libro LAS CIUDADES

POEMA AL CUADRO “MUJER EN LA BAÑERA”

Para Abdellatif


De espaldas y de pie se arreglaba el cabello
metida en la bañera y la luz la sitiaba
como tornasolándose y el artista la pinta
ebrio y emocionado
porque añora su cuerpo como en un espejismo
que rara vez se cumple.


Procedía del Atlántico o quizás de la Atlántida
puede que una odalisca
o una humilde mujer que a veces se arrodilla
varias veces al día y habla consigo misma.

De espaldas y de pie desnuda frente al cielo
su pelo arrebatado
sus imponentes muslos
son sólidas columnas que unen dos continentes.

Y el baño se convierte
por pequeño que sea
en el mejor teatro donde suena afinada
Zherezade en la radio.

Yo le miro sus manos y adivino su cara
perdida entre los vahos
mezclada con la brisa del Luxus que la mira
pero es que los espejos
siempre dicen mentiras.


2008

jueves, 14 de octubre de 2010

DE LOS AMIGOS

Si prometéis sigilo, si guardáis el secreto
os contaré que un día: ¡qué jóvenes entonces!
De amor y ternura eran nuestros ropajes
cuidaban nuestros juegos arcángeles risueños.
Recuerdo: yo os lo juro, con cientos de gacelas
cabalgar los desiertos en noches estrelladas.

Los dioses yacían muertos –nadie ya creía en ellos-.
Con justicia y acierto gobernaban la tierra
el geranio y la cinta. Nadie pasaba hambre:
Todos teníamos casa: la tristeza se ahorcó.

Era estación la risa salpicada de nácar
dibujo de alameda, Sanlúcar por la tarde.
La sombra que te llama acogedora y fresca:
el valle de las danzas y vino a todas horas.

¿Quién nos roba la magia de plantar en la luna
hijos con seis sonrisas araucarias rotundas?

¿Quién esconde las caras de la gente que amo
sencillas eficientes radiantes generosas?

¿Quién aparta sus manos hechas del terciopelo
de las nubes lejanas las tardes de verano?

Quizás no recordéis que dioses hemos sido
todos de nuestra casa –el dolor no era nada-.

Quizás no recordéis el néctar en los labios
el brazo que te acuna, el pecho de la madre.

Quizás no recordéis que todos fuimos reyes
y gobernamos mundos hechos de fantasía.

Ya entonces os quería –conocía vuestras voces-
por eso, yo os lo pido: repetid estos versos
y cuando ya no exista: gozad y recordarme.



De AÑIL - LIBRO DE LOS AMIGOS

SEGUNDA INVOCACIÓN AL PUERTO DE SANTA MARÍA

Muéstrame pueblo mío tus anhelos de torres miradores y nostalgias
las grietas de las casas que cobijan memorias de la gente que amó
por rectilíneas calles divisándose en el río.

Revélame pueblo mío las grietas del viento los balcones y azoteas blanqueadas
las palabras perdidas las mentiras la ropa tendida los celos la alegría
háblame de salicornias y geranios.

Descúbreme pueblo mío tu corazón abierto y explica las batallas que has vivido
tantos años silente volcado a las riberas frente a la piel temprana
y la vejez herida y taciturna.

Sabes que estoy atento a los avisos que labras en las piedras
palmeras araucarias aspidistras donde los amantes se enamoran sueñan
y la muerte ronda las ventanas.

Distingues pueblo mío de amenazas a gaviotas palomas gorriones
mapas y rutas de esta tierra abierta a la bahía como un vaso
para gozo y dolor de los naufragios.

Percibes pueblo mío que no miento si afirmo que los navíos se estremecen
de las grúas y también de los carabineros que pasean y otean en tus muelles
mientras pasan las horas mientras fuman sus vidas.

Ábreme pueblo mío las llagas del perro callejero que olisquea las esquinas
al vagabundo ebrio y alunado al caminante que ya no cree en destinos
para poder asirlo y consolarlo.

Dibújame pueblo mío las tiernas caricias los nidos de cigüeñas sobre las espadañas
las locomotoras y helicópteros sobrevolando tu cielo, al niño en bicicleta
tu gentío de fiesta.

Exponme las arterias del olvido la tristeza el hambre el infortunio la rabia
la nostalgia la pena la venganza el paro la impotencia
y esas frases que no pronunciaremos por temor al ridículo.

Muéstrame pueblo mío tus anhelos tu corazón ingenuo avisos gaviotas barcos
grúas vagabundos caminantes cigüeñas olvidos infortunios y palabras
pues de la misma arena nos hicieron.



De AÑIL - LIBRO DE LOS AMIGOS

HOMENAJE A GERSHWIN

Para Inma 

 Abrázame mi suave abrazable tú
 sobre nosotros lunas sin sus soles. 
 Abrázame, olvida cielo, infierno 
 sólo abrazos, solo abrazos y abrazos. 

 Abrázame mi dulce abrazable tú 
 despreciemos noches madrugadas 
 ni una ejecución podría vencernos 
 qué morirnos si ha terminado todo. 

 Mantén la presión en nuestros cuerpos
 para que note todos tus sentidos 
 Yo te transmita paz a cuánto temes 
 Y ya no sufras más en el futuro.

 Abrázame, la opción más certera
 muestra clara sutil de poderío 
 contra los que vigilan nuestros pasos 
 quizás incluso quieran detenernos. 

 No mires atrás sólo hay memoria 
 viejas historias que el polvo ha destruido 
 mírame recorrerte toda entera 
 y penetrarte lenta lentamente. 

 Bésame, sólo tu boca y mi boca 
el resto está de más casi no existen 
 desaparecen casi sin mirarlos 
 hagamos del momento todo un siglo. 

 De abrazos están hechos los planetas 
 los valles, los geranios y los mares 
 la salud, la alegría, los quebrantos 
 y la risa de paz plata del clavel. 

 * “Embrace me, my sweet embraceable you” es un verso del maestro Gershwin. 

 Del AÑIL - LIBRO DE LOS AMIGOS

HOMENAJE A CHET BAKER

La noche que llamábamos día
se entristece de vernos tan despiertos
 y se pregunta muda qué queremos? 

 Cuánto saben las sombras de derrotas 
 destinos sobresaltados, falsos soles
 balanceándose quizás en una lágrima. 

 La noche que nosotros llamamos día 
 declara la inocencia caprichosa 
 escondida en el pliegue de la risa. 

 Un contrabajo llora en la pletina 
 Savakus acaricia sus maderas 
 y Chet Baker nos mira y me sonríe.  

   De AÑIL - LIBRO DE LOS AMIGOS

DE LA DANZA

Eras doliente danza batida por las olas
un mediodía de mayo y no te comprendía
no miraba tus manos que surcaban la calle
para buscar la plata
que brillaba a lo lejos.

Eras doliente danza refugiada y atenta
en cualquier casapuerta aterida y nerviosa
resonaban tus pasos
en todas la esquinas
pero no te miraba
ocupado en nadar
y ocultar mi delirio.

Eras doliente danza
arpegio de guitarra
colgado de la noche
y no te comprendía.
Llamabas a mis ojos
con líneas y señales
que abren el firmamento
a las mejores naves.

Eras doliente danza con tráfico en el muelle
y niñas con jacintos
prendidos en el pelo
para enamorar soles
y no te comprendía.
Me miraba los dedos
la lámpara torcida
o las grúas herrumbrosas
que olvidadas perecen.

Andábamos distantes sin cruzar las orillas.
Debí entonces decirte:
seremos el futuro
tu danza y mi nostalgia
la gloria y tu alegría
conquistarán los cielos.
pero volví la cara
yo no te comprendía.




Del LIBRO DE LOS AMIGOS

DE LOS HIJOS HUECOS, HÍBRIDOS...

Abriréis arcos alargados
brocados batientes
con colgaduras
chatas
doblándose
entreteniéndoos en
flacos
garantizados goces
hijos huecos, híbridos
irientes
imbéciles.

Juntaréis jamases
quepis
kilométricos
lunáticos.

Martillearéis maracas
nasales.
Olvidados
ocultaréis
predicciones
quiméricas.

Rasuraréis rapaces
salmos sádicos.
Tejeréis tarantelas
urbanas.

Validaréis voces
xilográficas
yuxtaponiendo
yugos
yertas
zurrapas.



Del LIBRO DE LOS AMIGOS

DE LOS MONTES CERCANOS

Su nombre no recuerdo su cara se me pierde
sólo observo esa zona hendida por la nieve
veo como se dilata siento sus contracciones
alterándome siempre.

Su nombre no recuerdo su cara no percibo
toda ella es néctar libaré de su cuerpo
como tábano perdido en la ciudad.

Su nombre no recuerdo su cara se ha borrado
su voz no la percibo sólo advierto sus senos
despiertos a la noche moviéndose alocados
acosándome siempre

Su nombre no recuerdo su cara ya no está
fruto de la inocencia faro del imprevisto
metal incandescente venenosa ciénaga
para acabar conmigo.

DE LOS LABIOS VERTICALES -Homenaje al plagio-

Algunos te provocan 
son bellos licenciosos
ya firmes y aromáticos
suaves como alfombras. 
Vigorosos y pícaros 
llenos de su poder
-grandes conversadores- 
 prudentes deseables sudorosos 
de néctar van a anegarlo todo. 

 Te acogen con sonrisas 
 para luego acoplados 
 sin permitir la holgura 
 demostrar su dominio.
 Cuando estás guerreando 
 permiten que te agites
 hasta el desasosiego 
 y te rindas al fin al freno de su mando. 

 Tiranía de un instante poder de una quimera.

DEL QUE NO VE NI CON GAFAS DE VEINTE DIOPTRÍAS

Se asoma entre la bruma
cuando la luz se asfixia
y aparecen las sombras
como en los viejos cuentos.

Le mira y le sonríe
para luego celarse
sutil y silenciosa
tras el gran ventanal.

Espera que la convoque
sienta su presencia
envolviéndolo todo.

Sabe que está presente
juguetea con su asombro
y mofa de sus miedos
cabriolea en sus ojeras.

Intenta apresarla
para que revele
el cáliz que conserva
la luz y la ternura.

Y claro, si es posible
explique sus secretos:
el ímpetu del alma
la inocencia la gracia.

Y asoma de pronto
para guiñarle un ojo
diciéndole en silencio
que la acose la goce.

No hace caso
sigue quemando tiempo
escribiendo lamentos
melancólico triste.


Morirá
sin siquiera llamarla.

DEL TIEMPO...

Si hay un tiempo
en que todo lo propio
se desliza,
se esfuma.


Debe ser el frío,
del solitario catre,
la agonía del jarrón seco.


De llegar:
mejor nos encuentre
vueltos al sol
y tras la estela
de unos senos al viento.

DE LOS SERES TIERNOS Y SILENCIOSOS

Me ladra, me provoca,
me invita a que la siga
y brinque boca abajo.

Con su rabo cortado,
describe en la pizarra
un invisible cuadro
que le dicta su amante
un viejo catalán,
que pinta como un niño.

Ella que no habla,
sólo juega y babea
salta de sol en sol
de sus brillantes cuadros.

Tras todo este cortejo
que repite a diario
mágica y triunfante
huyen despavoridas
todas las tristezas.

Y en su pelota grande
guarda mi soledad.

ADAGIO EN SOL MENOR

Déjame al menos que me quede con la música 
y pueda suicidarme con las escalas. 

 Recuerdas, cuando eras música 
 y yo te componía en noches estrelladas. 
 Déjame que vaya esta noche al parque y al río 
 a raptar sabinas. 

Déjame trazo a trazo recorrer 
tu memoria 
déjame buganvilla 

 Déjame, -sólo por esta vez- 
 ser niño vestido a franjas rojas. 

 
(c) Jesús María Serrano 2010 Publicado en Plastilírica I

DESPEREZO DEL FLORERO

Confín, fragancia,
Tacto asedado, sospecha,
Arboladura airosa,
Cercanía, seco lamento,
Travesura del ojo, fantasía,
Regocijo del humo,
Suspiro,
Desperezo.

HOMENAJE A MANOLO PÉREX CASAUX

Nada más saludable que caminar despacio por calles empinadas
y respirar de pronto
los blancos azahares.

Poco importa el ruido de la moto del auto si descifras los cantos
entre sus enramadas
de ocultos gorriones
evocando qasidas calle Cuervos arriba.

Pasan pasan las horas. El reloj las divide. Esquivo se nos muestra
este tiempo imparable
si tratamos de asirlo.

¿Qué locos hemos sido olvidar la belleza?
-Primavera radiante-

¿Qué ciegos nuestros ojos? La silla del caballo delirante silueta
batalla tras batalla
fracasa cada tarde
al paso
de las
sombras.

Ruinosos edificios destilan jaramagos entre sus pedregales
del barrio nazarita.
Benaocaz se silencia ante el tiempo perdido

CÁDIZ -II-

A veces, al atardecer
me escurro
inapreciablemente.

Se inclinan las palmeras
cómplices
si brota la lágrima.

Siluetas del castillo
y catedral parodian
recortables al sol.

Rudos adoquines
admiten la decadencia
los baches mecen
la esperanza.

Gaviotas y gorriones
señorean el balneario.
Los pícaros viejos ficus
-inmóviles-
ridiculizan al paseante.

OoooOoooOoooO

La marea está baja
el baluarte se percata,
y una luz muy morada
envuelve a la ciudad.

DEL HIJO DEL VIENTO DE LEVANTE -II-

Soy el hijo del viento de Levante
el odiado el uno
el de siempre.

La saliva del obrero
la concha revuelta entre papeles por la orilla
la nube de polvo
el calor
la cerveza caliente
el cangrejo que se ríe.

Soy la casa en penumbras
la tierra agonizante
el búcaro vacío
el melón a trozos por el suelo
el árbol talado por la base
el asco
la azotea chirriante
la playa desierta
la almeja solitaria.

Me entiendo con el viento
-es mío-
soy el ermitaño
juego con la bahía enloquecida
el espigón tiritante
la ventana del patio aporreada
el esterón sacudiéndose tanto verano
soy el yo hecho añicos.

BOSQUE LUNADO

¡Mira ese bosque de luna
cómo te extiende sus brazos!


¡Mira el candor que destilan
sus cálidas columnas!

No adviertes el movimiento
de sus nidos de gorriones.
¿No notas cómo te llama?


¿Será acaso un espejismo
y no es un bosque de luna?


La luna toda en un bosque.


¡Luna, si no te he llamado
por qué acudes a mi encuentro!

DEL SUR DE EUROPA

Yo se que soy el sur
y el sur me llama
y viajar a otros mundos es de necios.


ooOOoo

El sur está aquí junto a mis ojos.

ooOOoo

DE LOS ORÍGENES –II-

Procedo de un lugar
donde cantan las tardes
y bailan los geranios
en rectilíneas calles
que jamás pisó un santo
ni un héroe de leyenda.
Y caso que así fuera
sus huellas se han borrado
y nadie las extraña.

Recorren sus aceras
mujeres azarosas
con niños de la mano
juguetones risueños
que miran sorprendidos
fachadas sin balcones
perdidos en batallas
con los escaparates.

Y jóvenes risueñas
sobre tacones altos
con suave contoneo
de caderas rotundas.

¿Será que esa ciudad
solo existe en la mente
de aquellos que afirmamos
que sólo somos sueño?

DE LOS ORÍGENES -I-

También tienen un río
que llaman del Olvido
donde lavan sus sueños
aquellos que no mueren.
.
Procedo de un lugar
bullicioso cercano
donde nadie propone
conquistar otros mundos
a pesar que hace años
era tarea de muchos.
Tampoco se plantean
juramentos a dioses
ni a banderas al viento.


Soy de un lugar cercano
no descrito en los mapas
careciendo de tanto
hasta de nombre propio.
Algunos lo han buscado
como al Tartessos mítico
y otros pasan de largo
sin apenas notarlo.

PROCLAMACIÓN

Vuelvo para deciros
este tiempo se acaba
sólo es real aquello que se sueña
la verdad desolada
pura vehemente
inaprensible
relámpago en la noche.

Vuelvo y proclamo
hemos perdido el norte
y el sur y el este
y todos los destinos.
.
Por ello grito
tierra viento fuego
y cuando callo
una luz allá en la orilla
nos señala el rumbo
entre la bruma

Aún tenemos pendiente
debatir de la brisa
del árbol
maremotos
jaramagos
retamas y también
del vacío
que impercetiblemente nos desune.




De EL LIBRO DE LAS NAVEGACIONES INTERIORES
Primera edición de bibliófilo de 50 ejemplares,
mecenazgo del artista Franco Policastro, 1999
Segunda edición de 1000 ejemplares,
gentileza de Mariscos Romerijo, 2002

HOMENAJE AL CÓMIC

A Pedro Luis

Tras las notas rotundas
del piano de mi hijo
se refugia un pirata
que mira de soslayo
y en su mano derecha
esconde un hacha enorme.
Dicen que habita
en un álbum de comics
de esos de tapas duras
y colores brillantes,
le gusta reir a carcajadas
cuando aborda navíos
por los mares del Sur.
Colgar a capitanes enemigos
de mástiles quemados
por su fuego implacable.

Tras verticales notas
del piano de mi hijo
escudriñan mi casa
los hobbits de Tolkien
que juegan al póquer
con los indios Dakota.
Un tal Capitán Trueno,
con un escudo al pecho,
busca una novia rubia y
afirma que es princesa
de un brumoso país -
Thule le llaman-.
Vive también un receloso
autor de tremebundas
narraciones, Poe o algo así.

Tras un la sostenido,
del vertical y negro piano,
se desbocan caballos
y estampidas provocan
por el cuarto de baño,
de allí a la cocina,
arruinan el pasillo,
dan vueltas por la alcoba,
me miran sorprendidos
y se ocultan distantes
en los interruptores.
Yo llamo a mi hijo Pedro,
para que vea estas cosas
y nunca me contesta.

Tras las notas del piano
vertical,
negro
y apasionado de mi hijo
vuelan buitres inmensos
tras la pista de Artán
el guerrero de hierro,
de poderoso brazo
y de invencible espada.
Los grandes elefantes
que viven en llanuras
del África lejana
han montado un safari
debajo de mi cama
y de portero han puesto
a un león desdentado.


Sorprende que a ninguno
de los personajes
del piano de mi hijo
le guste su música,
sólo fingen oirla
con tapones de cera y
miradas burlonas.

He contado estas cosas
a todos los vecinos,
la policía esparció
polvos buscahuellas
hasta en la sartén grande.
No quedan resquicios,
no aparece nadie,
todos se han escondido.
Sólo mi perra,
que confía plenamente
en todo cuanto digo,
con su rabito ágil,
consigue arrinconarme
hobbits en su pelota nueva.



De EL LIBRO DE LAS NAVEGACIONES INTERIORES
Primera edición de bibliófilo de 50 ejemplares,
mecenazgo del artista Franco Policastro, 1999
Segunda edición de 1000 ejemplares,
gentileza de Mariscos Romerijo, 2002

CORTE DE FANTASMAS

Te veo por las esquinas,
me sigues cada noche,
haces guardia conmigo,
me guiñas y saludas.
Te fuiste de mañana,
inmóvil y muy blanca,
llevándote contigo
un mucho de alegría.
Antes me daba miedo,
me negaba a decirlo
porque desconocíamos
que tú y yo somos uno.
Puedo decir tu nombre:
madre, tan bella y dulce,
con tus ojos tan tristes,
el día que te subimos
hasta la cuarta planta,
de un hospital cercano
para que te curasen
de tus penas antiguas.

¡Qué locos estábamos!
Y yo tuve la culpa
al creer firmemente
que podrían sanarte.

¡Qué solo estoy ahora!
Soy otra calavera
como tú que camina.
Me has dejado vacío,
ya nada me consuela,
padre tan silencioso
con sus largos paseos.

Me acompañas ya siempre,
impregnado de madre,
no puedo ya evitarte.
Somos como el papel
dos caras de lo mismo.

Formas parte concreta
del ámbito del frío.
-Corte de fantasmas-.
A menudo me palpo
para así recordarte.




De EL LIBRO DE LAS NAVEGACIONES INTERIORES
Primera edición de bibliófilo de 50 ejemplares,
mecenazgo del artista Franco Policastro, 1999
Segunda edición de 1000 ejemplares,
gentileza de Mariscos Romerijo, 2002

TRÁNSITO

Cuando no quede ni el secreto
resquicio de la luz,
partiré hacia la tarde.


Cuando no valga escupirle
al narciso,
partiré hacia la tarde.


Cuando no haga falta
mentirle a la mañana,
partiré hacia la tarde.


Cuando no me llames
-inquieta- por teléfono,
partiré hacia la tarde.


Cuando no me aterre
el llanto de los niños,
partiré hacia la tarde.


Cuando no me aterre el llanto,
ni me llames,
no haga falta mentir,
ni escupir siquiera,
ni queden ya secretos,
seré ya oscuridad.



De EL LIBRO DE LAS NAVEGACIONES INTERIORES
Primera edición de bibliófilo de 50 ejemplares,
mecenazgo del artista Franco Policastro, 1999
Segunda edición de 1000 ejemplares,
gentileza de Mariscos Romerijo, 2002

TIÉNDEME EN EL BALCÓN

Si mirando hacia arriba,
me pierdo en los cristales
del rascacielos grande,
no vengas al rescate.
Mejor manda una carta
con tinta roja y negra
a esa casa que amamos
con tanta intensidad.

Si a menudo me duermo
estoy ensimismado
es que mucho te añoro.
Si así ocurre,
un buen método
para que vuelva pronto
es hacer la colada
de la ropa de casa.

Búscame entre las manchas
de las viejas camisas
que tan bien me conocen.
Tíendeme en el balcón
para que el sol me oree
y sienta su pureza.
Seguro que la ropa
limpia recién lavada
musitará canciones
mientras chorreo mi pena.
Puede que la vecina
con dulzura coloque
blancos sujetadores
alegres perfumados
para así consolarme.



De EL LIBRO DE LAS NAVEGACIONES INTERIORES
Primera edición de bibliófilo de 50 ejemplares,
mecenazgo del artista Franco Policastro, 1999
Segunda edición de 1000 ejemplares,
gentileza de Mariscos Romerijo, 2002

ERROR DE DENOMINACIÓN

Al hambre le llamamos amor
nos decía Rilke
un mediodía de Marzo
y los olmos plantados años atrás
crecían esqueléticos asustados
frente al infame edificio
de antenas grises y puntiagudas.

Oíamos la voz aguardientosa
de Kenny Rogers,
borracho y solitario
por la ciudad de Memphis.


Al hambre le hemos llamado
tantas cosas: Marta,
Salud, Juventud, María,
Cádiz, Azucena, Instituto,
Ilusión, Refugio...

Incluso hubo un momento
en que creíamos llamarla edad,
nuestra desorientación era tanta
que nos mirábamos
los insondables surcos de las manos.

Amor y hambre, de tanto denominaros erróneamente
habeis crecido y hoy
poneis adjetivos a las cosas.



De EL LIBRO DE LAS NAVEGACIONES INTERIORES
Primera edición de bibliófilo de 50 ejemplares,
mecenazgo del artista Franco Policastro, 1999
Segunda edición de 1000 ejemplares,
gentileza de Mariscos Romerijo, 2002

EN TU BOLSO DE ESCAY

Te intuyo en cada paso
que escucho por mi calle,
-ahora que no te veo-
y en los pliegues del viento,
resuenan tus reproches.


Te has llevado en los ojos
el sol que me calienta
y en tu bolso de escay
hurtaste las canciones
y has apagado el cielo,


Mi mar se hace damero
que acoge las batallas,
perdidas de antemano.



De EL LIBRO DE LAS NAVEGACIONES INTERIORES
Primera edición de bibliófilo de 50 ejemplares,
mecenazgo del artista Franco Policastro, 1999
Segunda edición de 1000 ejemplares,
gentileza de Mariscos Romerijo, 2002

DE LOS NOMBRES DE LOS PÁJAROS...

Qué pájaros son esos
habitantes del río
parecidos a lanzas
atrapando a sus presas
de vistoso plumaje
de tan esbelta traza.
Qué buscan en el cielo
las húmedas mañanas
cuando las caracolas
se asustan del Levante
avisando a las ostras
que cobijen sus perlas.

Qué pájaros son esos
que vuelan boca abajo
formando pentagonales líneas
sobre los edificios
mientras silban coplillas
en ignotos idiomas.
Descendientes quizás
de impresionantes cóndores
perdidos por Europa
en busca de sus Andes
cacatúas descaradas
guacamayos heridos
loros impenitentes.

Qué pájaros son esos
que chocan con los trenes
siempre a las diez en punto
el primero de Mayo
describiendo sinuosas
uves de victoria.
Decidme qué pájaros son esos
que zurean en mi alcoba
debajo de mi cama
trasladando los libros
la lámpara
la estera.

Acaso son postales
enviadas sin remite
por gamberros arcángeles
los fines de semana
hartos ya de tañir
antiguas ocarinas.

Acaso son ministros
de cercanos gobiernos
que temen por sus cargos
y sus rayas de coca
entregadas en mano
por raudos motoristas.

Acaso tiernas niñas
de falditas plisadas
de escoceses cuadritos
y moños sentadas modositas
para ver si se asoma
su Albertito querido.

Qué pájaros son esos
que no paran su canto
lanzándose a las olas
y remontando el vuelo
sin apenas mojarse
sin apenas notarse.

Qué pájaros son esos
que prefieren los barcos
las solitarias playas
donde apenas hay nada
a sentirse seguros
de la laguna dueños.

Decidme vosotros
qué pájaros son esos
parecidos a lanzas
atrapando a sus presas
de vistoso plumaje
de tan esbelta traza.



De EL LIBRO DE LAS NAVEGACIONES INTERIORES
Primera edición de bibliófilo de 50 ejemplares, mecenazgo del artista Franco Policastro, 1999
Segunda edición de 1000 ejemplares, gentileza de Mariscos Romerijo, 2002

POR LAS LÍNEAS ANTIGUAS

Cuando al fin naveguemos
en nuestro gran velero
ese que yo he soñado
gobernar tantas veces
su velamen henchido
por el poder del viento.
Su proa aseste a las olas
Verticales hachazos
guiado por nuestras manos
sobre su suave caña
y tu y yo coronados
de espumas y de nácar
-poderosos y únicos-
seremos semidioses.

Cuando el curvo horizonte
Del azul litógrafico
Se torne en territorios
De la noche
Y el mito,
O líquidas murallas
Duras e impenetrables
Pretendan disuadirnos
De nuestra singladura
hipocampos marinoS
vendrán a rescatarnos
y entonce haremos el amor
como nadie ha soñado,
por algo soy del Sur
nacido en las marismas:
nadaremos gozosos
por islas y penínsulas.
.
Mas si una tormenta
nos rompiera el timón
y a la deriva la mar nos arrojara
yo llamaría al delfín
corvinas y doradas
-que seguro estarán acompañándonos-
y ellas nos atoarán
hasta El Puerto más dulce.

Guardaba en mis oídos
murmullos y lamentos
un abanico chino,
un rojo y viejo Buda
y la dulce saudade
regalo de Lisboa.
Ahora ya no me importa
si es que tu me acompañas.


Por las líneas antiguas
de nuestras mano voy
y sus grietas me dicen
que estas navegaciones
tienen tal poderío
que Ares desde el Olimpo
nos mira y se sorprende.



De EL LIBRO DE LAS NAVEGACIONES INTERIORES
Primera edición de bibliófilo de 50 ejemplares, mecenazgo del artista Franco Policastro, 1999
Segunda edición de 1000 ejemplares, gentileza de Mariscos Romerijo, 2002

NO ME ENCUENTRO CONTIGO DESDE...

No me encuentro contigo desde el día
en que llovió pedrisco a media tarde,
pocas cosas he visto desde entonces,
bueno,
sí he visto muchas pero no reales:
escaparates, autobuses, relojes,
hasta un surtidor persa
que salía en un cuento,
y también,
un sol y una estrella
de Miró que bailaban
robando una cometa
pintada con tres trazos.

No me encuentro contigo desde el día
en que tras un portazo
te llevaste el agua de Vichy
para regar macetas por la luna.

Me he perdido, no sé qué hacer,
te has llevado un sol en cada mano
y en la oreja el rumor de los levantes,
en los dientes las algas
y en los ojos el verde
de esta mar que sólo es mía
para esconderla en sabe Dios qué mundos.

No me encuentro contigo desde el día
en que no me miraste al salir de reojo
-recuerdas-
torciendo el gesto,
dándote suficiencia,
desde la cúspide de tus altos tacones
para borrarme de una pincelada
-que diría Policastro-
y me pregunto solo
¿porqué te has ido a esconder soles
y ocultar los vientos?
¿Acaso habré perdido la pureza y estoy deshabitado


De EL LIBRO DE LAS NAVEGACIONES INTERIORES
Primera edición de bibliófilo de 50 ejemplares, mecenazgo del artista Franco Policastro, 1999
Segunda edición de 1000 ejemplares, gentileza de Mariscos Romerijo, 2002

BAJO LA ROPA LIMPIA

Bajo la ropa limpia
que dulcemente espera,
la plancha deseada
guardaba los poemas.
Las notas del ensayo
del piano de mi hijo
perfumaban la casa.

De repente, el teléfono,
con tres toques precisos,
me devolvió la vista:
tú, articulabas frases
-reproches incisivos-
y yo, me entretenía,
contando los puntitos
que la luz de la calle
dibujaba en la puerta.
Poco ya nos unía:
sólo un triste papel,
firmado en un juzgado
de empinada escalera
y serios fucionarios
tras las dos ventanillas.

¿Quién nos habrá robado
el brillo de los ojos?
a nosotros, tan jóvenes,
tan puros tan bellos y tan nobles.
A nosotros, que de haberlo intentado,
hubiéramos cambiado el color de los mares
y extendiendo las manos,
abrazar las montañas
o instalarnos en Venus
con sólo plantearlo.

Tú, torneadas montañas
de rosa albaricoque
por las que yo escalaba.
Tú, vulva apetecible
insinuante, soberbia
que hendía sudorosA
las mañanas de abril.

Tú, tierra prometida,
duquesa del deseo
y mar del sur en casa,
te ves ahora sentada olvidada de todos
incluso de tí misma.

¿Quién nos habrá cortado
las largas cabelleras
y hermosas utopías
plantadas las mañanas
de Levante en El Puerto?
Recuerdas: cuando éramos lectores
de poemas
de vino
y catedrales.
El pecho inundado
del africano humo
-sonrisa y alhucema-
y las conversaciones
duraban días enteros.

¿Qué será de nosotros?
Luchadores altivos
y vencidos ahora
por torpes vendedores
de pisos y neveras,
conductores cegados
de altos todoterrenos
que sólo se pasean
por calles asfaltadas?

¿Qué será de esta risa
que guardo en el costado
traída por un niño moreno, sonriente,
desde Jerez con truenos
una noche de lluvia?

¿Qué será de las manos
que escribe este poema
cuando tu te levantes
y yo vuelva la cara?

¿Quién me contestará
en las noches terribles,
de miles de minutos?

Guardaba los poemas
bajo la ropa limpia
para que se mezclaran
con la vida de casa.
Lo dijo el hechicero
con voz casi inadible.
el día que te marchaste:
¡Guarda bien los poemas,
no trasciende otra cosa!


De EL LIBRO DE LAS NAVEGACIONES INTERIORES
Primera edición de bibliófilo de 50 ejemplares, mecenazgo del artista Franco Policastro, 1999
Segunda edición de 1000 ejemplares, gentileza de Mariscos Romerijo, 2002

NADA NOS DETENÍA

Ahora cuando ya no te veo
desando los pasillos que conducen al beso,
inúltilmente busco
el billete arrugado
de nuestro tren perdido
que nunca se compró.

Me emborracho de azogue
buscando en cada copa tu añorado perfume
y con ternura guardo
las viejas servilletas
que compramos antaño.

Me palpo y no me siento:
ya ni el peor crucigrama consigue interesarme.
Sólo el rumor del aire me traslada a aquel tiempo
en que fuimos felices,
cuando el guardia de tráfico del sol respaldado
nos parecía un molino
y los coches lanzados por estas autopistas
buscaban las salidas y no las encontraban.

Posesos de lujuria
-presos de la alegría-
capitanes del viento
nuestros cuerpos mandaban
en todas las naciones
y la ley era nuestra
desquiciados los jueces.
Pintábamos grafitis
como dioses paganos
en las blancas fachadas
-nada nos detenía-
y nuestras risotadas
atronaban las mentes
de turbios funcionarios
esos que no han sentido
la furia de ser jóvenes
la lava de la sangre
inundándolo todo.

Me da espanto de verte
y también me horroriza
olvidar tu presencia,
tenerte y no tenerte
es un juego de locos
que saltan a la comba
sobre un cable que cruza
a pasmosas alturas una gran catarata.

Garras vueltas mis manos
araño las paredes
golpeo a mis vecinos
escupo a los geranios
nada ya me consuela
ni siquiera las olas
que embisten los rompientes
incluso las farolas
derrítense de espanto
al escuchar mis pasos.

Romperé este poema para que nadie sepa
lo mucho que aún te quiero
me tragaré el bolígrafo,
me sacaré los ojos,
incendiaré la casa.
Puede que cuando el fuego purifique las cosas
acepte que te has ido.


De EL LIBRO DE LAS NAVEGACIONES INTERIORES
Primera edición de bibliófilo de 50 ejemplares, mecenazgo del artista Franco Policastro, 1999
Segunda edición de 1000 ejemplares, gentileza de Mariscos Romerijo, 2002

miércoles, 13 de octubre de 2010

ABECEDARIO

Acabaréis abriendo arcos alargados, bravos brotes batientes, cruzados con colgaduras chatas desde dentro doblándose, entreteniéndoos en finalizar flacas flechas, gongorinos goces garantizados, hijos huecos, híbridos, irientes, idílicos, imbéciles.

Juntareís jamases, kepis kilométricos lunáticos, lascivos lupanares.

Martillearéis mórbidas maracas, nasales negativas nerviosas.

Os oscultaréis odiosos, opalinos, olvidados por pálidas predicciones posteriores que quemareís quiméricas.

Rasuraréis rotos restos revueltos, sádicos salmos seniles.

Terminaréis tejiendo torpes tarantelas, umbrías uñas urbanas.

Validaréis vuestras veraces voces xilográficas, yuxtaponiendo yunques, yugos, yertas zurrapas zarabuteras.



Aprox.1978/9
Corrección en Marzo l994

EL HIJO DEL LEVANTE

Yo soy el hijo del viento de Levante, el odiado, el maldito, deshacedor de excursiones con tortillas campestres y veraniegas, el uno, el de siempre.

La saliva del obrero, la arena en el bistec empanado, la concha que corre revuelta entre los papeles por la orilla, la nube de polvo, el calor sofofocante, la cerveza caliente, el cangrejo que se ríe.

Yo soy la casa en penumbras, la tierra agonizante, el búcaro vacío, el melón a trozos por el suelo, la mata de sandía que crece entre las casetas, los boquetes que llegan a tumbar un árbol, el asco, la vela de moco del niño, la cal a parchones, el monigote, la azotea chirriante, la playa desierta, la almeja solitaria.

Yo, me entiendo con el viento, el mío, soy el ermitaño y juego desde mi caracolillo con los muergos, soy la bahía enloquecida, el espigon tiritante, la noche angustiosa e inacabada, los cañizos volando, la ventana del patio aporreada, el esterón sacudiéndose el polvo de tanto verano, soy el yo hecho añicos.

Hoy, ya soy más que el levante pero no mejor.

oo0oo

Aproximadamente 1971

P A D R E

Tu risa es una gota de azufre iluminada por la difusa luz de carburo, llamita temblequeante danzarina y azulada, guía y paradigma de tesoros y pechos. Llamita bamboleante sobre un obús de cobre, dónde sabe Dios con qué ciencia, alejado de casa -nuestra verdiblanca caseta- tronzabas pardas piedras y enroscabas aquel vaso galvanizado de minero; bombeando azulado líquido y, con tu antiguo gesto de tarteso ignorado decías que me apartase... y luego, una cerilla dibujaba la noche de perfiles.

De pronto con tu magia de silente ciclista, mirabas las dunas y los pinos. Yo me asía de tu mano áspera y grande, para soltarme de ella para aplacar tu sed vieja de pobre.

Padre:
Tu risa es la espuma que serpentea a lomos de la nocturna ola.
Tu risa es el destello del luminoso faro.
Tu risa es constelación y lluvia de cometas.
Tu risa es frío relente sobre el pecho desnudo de los niños.
Tu risa es ardiente arena de las playas de Cádiz.

PUEDE QUE ME EQUIVOQUE

Puede que me equivoque
y a traspié
vaya a tí

Puede que en tu escalera
se me disloque
un pié
cuando falte
ya
poco
para verte

Puede que cuando tenga
el discurso
aprendido
mi voz quede
sin
eco

Puede que tanto desearte
no sea bueno
y descubra
que no
!Que ya no valgo!

Puede que me entusiasme
sin sentido
o no sepa
llamarte

Puede que la mirada
sin su sal
sea engañosa
torpe deslabazada

Puede que no me veas
acaso nada sea
ni cuerpo
quede

Puede que tanto andar
me haya
encogido
o avance
s á r t e d a i c a h

Puede que quiera
estar buscando
s i e e e e m p r e
para nunca encontrarte

TROQUELAR LA ESPERANZA

TROQUELAR LA ESPERANZA no garantiza destellos suaves a la Aurora. Sirve, eso sí, de ridículo MARBETE PARCO A UN CIEMPIÉS,
o como futivo alanceador de venablos a la diana que AMARILLEA
LA PALABRA.

EN LA CORNISA FRONTAL DE UN LIENZO SUFRIÓ EL AGUA SU DESNUDO. Y allí mismo dos goletas inauguraron sublimes subterráneas singladuras.

ENTRETANTO ESTRATEGA DE SUEñOS. Embaucadora de sirenas,
oto capitel de la Atlántida, falsa aguamarina, medusa, templo
persa...


La luna de mi ropero bien lo sabe.
DETRÁS DEL ÚLTIMO ANAGRAMA
SE COBIJA UN HOMBRE.

oo0oo

(*) De la primera entrega del CUADERNO DE DESEO escrito en
colaboración con Ana María Fariñas.

DIÁLOGO A PESAR DE TODO

A pesar de todo, no es tan malo recostarse en el sillón de mimbre, paladear unas gotas de licor con nombre extranjero, oír susurros y notas de violines.

Da los mismo la tizne de la foto o el pantalón de franela nuevo en idéntico lugar de Cádiz, otro día en que el Guernika se bañara en un mar-tes y trece, esta vez sin disminuir tan aparatosamente de tamaño ni hacerse detalles anecdótico entre los recuerdos, y busca la esquina (precisamente "re-cuerdo", por más que "loco" sea imposible. Ya se ha dicho da los mismo; la barba mermada por la tijera o los rizos pelados por la intemperie; esto es así; uno puede vagar por los andenes con la maleta de eskay y gorra de verbena, con sillón de mimbre portátil, la rana en el bolsillo y la vanguardia aspirando los últimos suspiros del siglo veinte. Claro, ahora que aparenta ser todo intangible y abstracto, mercurizante, inalcanzable, precisamente ahora, que no me caso por la iglesia, y tuvimos que cambiar a Dvorak, el llanto por la lluvia; pasamos del negro al porro, y luego al rubio y a la tos, la caligrafía, la forma de sentarse, o como se piden las bebidas en cualquier cafetería después de las tormentas, querido sillón de mimbre, carambola de dos mundos... Creo que me ha crecido un poco más la nariz.

Me pregunto dónde vivirá el nieto del indiano, aquél de las cajetillas de tabaco del 44, o mi perrito Moisés, ahora con un parche en un ojo y un colmillo roto. Probablemente tomará café con Gundemaro entre porcelanas olvidadas, retales guardados, facturas de la luz...

Hay que hablar del dinosaurio naranja, la bata comprada en Barcelona, el seso de corbina disecado. Los papeles multimillonarios que nos escribimos siguen adheridos a la cabecera de la cama.

Ya sabemos por qué fue posible correr la playa al atardecer bajo esa luna tonta que desconfiaba de la hojarasca del mimbre de mi sillón, sin que nada ocurriera. La enciclopedia reservó su derecho a la consulta, devoramos el clavel, el número de pétalos, se supone, es lo de menos.

Se fundieron tantos plomos, se rajaron tantas bambalinas, se anudaron tantos desconciertos...

No nos quedan más remedio que aprender a bailar sevillanas, asomarnos de nuevo al balcón, asumirnos de viejos solos de mar, izar el balón azul de nuestro velero imaginario, declarar a Hacienda, o desertar a África, según el dígito con que comienzan los años de nuestra anda-dura, singladura, blanda gracias a nuestro sillón de mimbre.

Preferiría no tener que tocar el feo asunto del desgajo de nuestro sillón. Yo te lo expido quince días, y tú me lo devuelves a vuelta de caravana.

De acuerdo.




(*) Escrito en colaboración con el poeta Antonio S. Briones.

EN MI MANO DE ARENA

Quisiera rajar mi corazón con un cuchillo,
meterte dentro y luego volver a cerrar
mi pecho.


Ben Hazm, de Córdoba (994-l.063)


Tómame de la mano y llévame hacia el alba
Que es urgente sentirse lleno,
Déjame que descanse sobre tu pecho
Abandóname de pleno en tu falda.

Ve trazándome caminos de silencios
Regálame esos maravillosos cuentos de Hadas tuyos
Y ámame dulcemente, sin halagos y sin trabas
Quiéreme que hace falta la alborada
Sin olvidar a Pulgarcito y a Pitágoras.

Releamos juntos a Dickens y a la aurora
Llévame de tu mano, ámame en silencios.
Plagado de cañadas y de aguas.
Tradúceme el lenguaje hermana, de los Pájaros y del aire
Trastocando de un soplo la existencia con ólo una mirada
Serena, impasible, enamorada, como tu sólo sabes.

Vísteme despacito y échale a la sopa
Pan de amores y ajos
Y navega conmigo las montañas
Que yo conozco la playa y la bahía
En mi mano de arena
Y sigo siendo amigo del camaleón y la Dorada.

Tómame de la mano hermana de la vida
Y llévame sintiéndonos el alba.



Del libro inédito SATYHARA NO QUIERE VERME HOY
Publicado en la Antología Qadish Muestra de la Joven Poesía GaditanaFundación Municipal de Cultura - Puerto de Santa María
1980

QUE NO...

A Ignacio Rosso


Que no...
Que no te abran de un tajo la CABEZA
Ni que despiertes de noche a la IMPACIENCIA
Que no se te desborden ni ríos ni PLAYAS
Ni se te desentierre la INOCENCIA

Sigue abriendo apartes en tu MUNDO
Sigue leyendo poco -mucho SUEÑO-
Sigue sembrando hijos en las NUBES

Destroza de un mazazo los DEBERES
Refocilándote a gusto en la PEREZA
No rompas el encanto de la NADA
Yo te sigo esperando allá en lo ALTO



Del libro inédito SATYAHARA NO QUIERE VERME HOY
Publicado en la Antología Qadish Muestra de la Joven Poesía Gaditana
Fundación Municipal de Cultura - Puerto de Santa María
1980

EL HÉROE EN MIL PEDAZOS

La violencia alcanza un desenfreno
que desmiente de modo clamoroso
las posibles razones.


Jorge Guillén


Habéis descubierto el de la sangre
- sólo eso -
os sentís por eso superhombres
gigantes míticos - semidioses del cemento -
Cuando estoy volando os veo
os veo y os palpo
vuelo a través y alrededor vuestro
sois pequeños pequeñisimos mínimos
recorriendo ignorantes en metro
diferentes estaciones terrenas
- sólo eso -
Se partió el héroe en mil pedazos
desde ahora ya no soy vuestro enemigo
mi asco se desvaneció
forma con arcilla y humo una teja negra
- sólo eso -
Yo tenía un asco
Universal-Inmenso-Dúctil-Frío
- llueve -
campanillean notas iraquíes
- arriba -
People, who got ribbons
las medallas os sirven de coraza
- sólo eso -



Del libro inédito SATYAHARA NO QUIERE VERME HOY
Publicado en la Antología Qadish Muestra de la Joven Poesía Gaditana
Fundación Municipal de Cultura - Puerto de Santa María
1980

APRISA

Aprisa
avanzando siempre
sin volver la cabeza
el objetivo es inamovible
se dispara directo a la cabeza
no es necesario el enemigo
el arma siempre inmaculada
aprender puede ser muy peligroso
hay que llegar el primero
si se tropieza otro pude pisarnos
acabó el tiempo otro de lamentaciones
cada pulgada equivale a un esfuerzo
el hombre se arrojó a la papelera
materia prima evolucionando hasta artículo
la amortización es estudiada cuidadosamente
trabajo más material: igual a producto
los mercados no pueden quedar desasistidos
desmayar implica ser estúpidamente débil
quince metros cuadrados por persona
el automóvil es absolutamente indispensable
los tranquilizantes son el nuevo deporte
todos los medios útiles para llegar al fin
la competitividad debe ser elogiada
libre mercado filosofía de hoy

Despacio
retrocediendo siempre
volviendo continuamente la cabeza
diluyendo objetivos constantemente en el recuerdo
utilizando armas contra mí mismo siempre
hay que inventar un enemigo como sea
se lucha contra las armas del progreso
los pies se pegan al suelo recordando a Pulgarcito
tratando reconstruirse de entre los pedazos
uno cualquiera más entre los eslabones de la cadena
los gritos no se escuchan entre el tumulto
el producto no llena las necesidades
el mercado hay que paralizarlo como sea
saberse débil a comenzar a conocerse
me ahogo entre estos quince metros
estoy muriendo a cien por hora
el insomnio es ya mi sueño
no quiero llegar a nada
sólo quiero ser hombre


Del libro SATYAHARA NO QUIERE VERME HOY
Publicado en la Antología Qadish Muestra de la Joven Poesía Gaditana
Fundación Municipal de Cultura - Puerto de Santa María
1980

LA MANO

La mano busca torpe el dispositivo que apaga
[el despertador
rebelándose el cuerpo contra la mente, una
[vez más
automáticamente me dirijo hacia el baño y
[hago las cosas de rutina,
comienzo a introducir, objetos, libros y comida
[la bolsa,
indeciso el paso al principio y acelerándolo
[conforme amanece.

La calle se muestra al desnudo y la gente aún
[saluda porque es temprano,
gente que va dentro de luces a pares por una
[lengua de asfalto,
el frenazo y la radio se amalgaman con la prisa,
seguido, a la derecha, luego a la izquierda
[para encontrar la plaza,
viéndome a mí mismo esperando desconfiado al
[transporte.

Se saluda a oscuras en un lenguaje extraño,
[ha comenzado otra jornada de trabajo.


Del libro inédito SATYAHARA NO QUIERE VERME HOY
Publicado en la Antología Qadish Muestra de la Joven Poesía Gaditana
Fundación Municipal de Cultura - Puerto de Santa María
1980

SIN TÍTULO

Nadie sabía que martirizabas un colibrí de amor entre los dientes.

Federico García Lorca

Aterradoramente despiertos
todos,
continuando por las habitaciones de
la tierra
falsos,
forastero siempre
y desnudo
figurante helado,
peregrino
de la luz.

Trágica
v
o
l
u
t
a incipiente de humo
el otro
trueno
tormentosamente
orgásmico.

Contemporáneo de la vida
blanco móvil de Edipo.

S u s p i r i a i n a c a
b
a
d
a
ondina-sortilegio-sin-trenzas.
Aprendiz de homo
s
a
p
i
e
n
s
dos y treinta y cinco
de la tarde
martes.

LA SOMBRA

A Tano Alonso



Somos la sombra del árbol
que inevitablemente
se refleja en la mar.

POEMA DEL CARACOL

Yo sé que hay en el cielo
Una pluma suave
Que dibuja incansable ríos y montañas
Barriendo nubes negras los días soleados

Yo he visto a una serpiente inmensa enroscarse
En un río pa sin pagar billete bajar hasta la playa
Y el río le mostraba incansable su talonario negro
Se paraba en los rápidos
Cambiaba la corriente
Se agarraba a los cañaverales
Intentando denodadamente el llegar con retraso

Yo
Desde mi ventana hablo con los marcianos
Y como mi balcón es grande
Les he dicho que pueden usarlo como pista
Sin necesidad alguna de pagar el peaje

Yo tengo en la nevera un caracol gigante vivo
Con más de cinco metros
Un caracol que fuma y que hace crucigramas
Se alimenta de libros sin palabras
Y de luces negras los domingos
No se saca nunca de paseo
Porque le da cierto miedo los barrenderos municipales

En casa no usamos sábanas en la cama
Dormimos desnudos
Sólo nos tapamos con una tela de araña invisible
Regalo de un amigo nuestro ciego de Brooklyn
Y este mismo amigo también nos está fabricando
Unas bicicletitas desmontables
Para andar por el fondo de los lagos en invierno

Yo tengo una vecina a la que disgusta
Todas las maravillas que tenemos en casa
Un día sí y otro no nos está denunciando por brujería
Y los guardias civiles con un papel escrito me registran la casa
Menos mas que el caracol gigante me avisa de antemano
Y lo escondo en la lámpara vieja regalo de mi abuela
La tela de araña la pongo entre los libros especiales sin palabras
Cubriendo la pista de aterrizaje de los marcianos
Yo mismo tengo ahora dieciocho manos y cinco piernas
Las puertas de mi piso son de trescientos metros las bajitas
Con lucecitas rojas en las puntas pa que no me las partan los aviones


Del libro inédito SATYAHARA NO QUIERE VERME HOY
Publicado en la Antología Qadish Muestra de la Joven Poesía Gaditana
Fundación Municipal de Cultura - Puerto de Santa María
1980

MI MAR NO ES AZUL COMO QUISIERA

Mi mar no es azul como quisiera.
Tarde te conocí: Mediterráneo.
Qué triste recordarte,
Palma a proa y a popa:
Barcelona.


Tarde te navegué.
Tarde, muy tarde


Publicado en las Entregas EL POETA EN EL AULA
Ediciones de la JUNTA DE ANDALUCÍA

SEIS FAROLAS

Qué busca el buceador
a la mar lanzado.
Sin respirar,
Coral al fondo.
Treinta metros.


Si tengo en mi calle
-todos lo pueden ver-
seis perlas encendidas.
Seis farolas.


Publicado en las Entregas EL POETA EN EL AULA
Ediciones de la JUNTA DE ANDALUCÍA

NO VENIMOS ROGANDO

No venimos rogando
enciéndanse las luces,
ni modifiquen cursos
el astro y sus planetas
tampoco proclamamos
cuarteleras consignas.

Nuestros versos no buscan
espléndidos aplausos
ni la nota gloriosa
que eleve nuestro canto.

No esperamos el pago
de la miel de los labios
de la mujer amada.

No cobramos la obra
no exigimos derechos.

Simplemente decimos,
somos parte de aquellos
que buscando en el viento
se vieron a un espejo.

Por eso, desde entonces,
raramente bajamos
los ojos de las nubes.



Publicado en las Entregas EL POETA EN EL AULA
Ediciones de la Junta de Andalucía

PARA LA SOLEDAD

Para la soledad
de los mortales

o para el llanto
amargo de ese niño
un remedio infalible
-fantasía-.


Del libro inédito SATYAHARA NO QUIERE VERME HOY

NADA

Nada debemos contestar
Nada queremos responder al asco
Un asco intermitentemente asimilado
Deambulante, con la consiguiente
Pérdida de tiempo
No nos dejan saltarnos las barreras
Nada debemos contestar
Nada queremos responder al asco
En bloques apilados nos hacinan
Nos hacen ir-venir-estar en los trabajos
Todo lo que tocan se convierte en mierda
Objeto amorfo, gritos en el silencio
Nada debemos contestar
Nada queremos responder al asco
Se nos están desmadrando peligrosamente la cifras
Cuadriculándose histéricamente los ojos y las manos
Atrapados en un viaje interminable hacia ningún sitio
Nada debemos contestar
Nada queremos responder al asco
Nuestras mentes están siendo sometidas al vacío
Espantosamente blanqueadas violenta y diariamente
Nada debemos contestar
Nada queremos responder al asco


Del libro inédito SATYAHARA NO QUIERE VERME HOY
Publicado en la Antología Qadish Muestra de la Joven Poesía Gaditana
Fundación Municipal de Cultura - Puerto de Santa María
1980

BORGES

A Jorge Luis Borges
por su libro Ficciones



Olvidé nuevamente
la sonrisa debajo de la tapa
de este libro,
sin embargo; te haré Jorge
Luis -te lo prometo-
propaganda de espumas
por las calles.


Del libro inédito SATYAHARA NO QUIERE VERME HOY

EL AMULETO LISBOETA

Se fue, se fue como se va una noche
tras las horas al certero encuentro
de la luz. De nada sirvió el amuleto
lisboeta, las manos, el anuncio
del hada.

Así.

Aprendí a labrar caminos con mis pies.
A preguntar los nombres, a cincelar
las caras, a carenar su fragancia
en un rincón oscuro de mi alféizar.

Así renací mago, y otra vez
la tristeza amaneció a ras de tierra.
Mañana, cuando LUZ me levante
al día, ovillará dos lágrimas
en la palangana azul-uso de mi ayer.

la palangana guardará el secreto...


Del libro inédito SATYAHARA NO QUIERE VERME HOY

DE LAS PRISAS

SIN TÍTULO




Eso de las prisas es un invento vuestro
de aquí, de este lugar consonante
y numeral: férreo y grisáceo
de aquí, de local a local,
de taburete y barra.

De aquí donde es difícil distinguir
sucedáneos y mentiras.

Vuelvo contento al Sur,
al Sur.

Oh, indolente dios Cansancio
a ti te aclamo.


Del libro inédito SATYAHARA NO QUIERE VERME HOY

SIN TÍTULO

La mano busca torpe el dispositivo que apaga el despertador,
rebelándose el cuerpo contra la mente, una vez más
automáticamente me dirijo hacia el baño y hago las cosas de rutina.
Comienzo a introducir objetos, libros y comida en la bolsa,
indeciso el paso al principio y acelerándolo conforme amanece.
La calle se muestra al desnudo y la genta aún saluda porque es temprano,
gente que dentro de luces a pares por una lengua de asfalto,
el frenazo y la radio se amalgaman con la prisa,
seguido, a la derecha, luego a la izquierda para encontrar la plaza,
viéndome a mí mismo esperando desconfiado al transporte.
Se saluda a oscuras en un lenguaje extraño,
ha comenzado otra jornada de trabajo.


Del libro inédito SATYAHARA NO QUIERE VERME HOY

PEGADO AL SUELO

Pegado al suelo
Adentrándome entre los adoquines de los minutos
Frente y cejas amarilleando
Esta jaqueca que no cede
Las alas no han crecido
La radio no acompaña
Fez está tan lejos
Esta mano no alcanza para acariciar la Osa Menor

Pegado al suelo
Mi hijo crece rápido y lo pregunta todo
Terrazo moteado cuarzo y plata
Sigo sin las respuestas
Palomas, aviones, gorriones, helicópteros
Alguien está pariendo ahora un ser
Frío como una campana de Estocolmo
Cerca de casa cientos de reclusos
Olas y rompientes

Pegado al suelo
Veleros desbocados hacia Santo Domingo
Surcos esperando el abono
Urnas preñadas de ciegos votos
Ella está haciendo el amor con una rotativa
Gira en el cosmos un satélite espía
Tirita una vieja en su esquina de Liceo
Ruido de motos


Del libro Cálidoscopio
Antología Generacional
Colección El Ermitaño II, 1993

LA DUDA OLVIDADA

He reencontrado este sabor amargo y una duda olvidada en el
canto de un sueño, entre humos. Ha sido esta mañana en que los
relojes chirriaron estremecidos y de esta me han nacido los años
precipitadamente, deseosos de amontonorse con sus números, igual
que se disponen los zapatos pasados de moda en las viejas y
polvorientas estanterías, tristes como ventanas atascadas.


He reencontrado, repito, una duda que se balanceaba en el
canto de un sueño, de espanto y vejez, lágrima oculta en mis ojeras
con su líquida cara de espaldas al viento de Levante. Y allí, como
perdido, un niño nadaba hacia una lancha, una patera blanca anclada
en una playa con sus remos enormes, batalladores, delgados, pesados,
azules, invitadora y mía. Lástima que este presente me arrancase de
entonces y ya no pueda bogar esa bahía.



Del libro Cálidoscopio
Antología Generacional
Colección El Ermitaño II, 1993

SOLA

Sola, te condenaste a repetir palabras sin sentido
Y a viajar interminables jornadas de tus tardes,
abusando de tu sombra como única compañía.
Sola.

Así, cuando yo te ame de nuevo, no existirán palomas.
y este cielo arcano, luengo, interminable, ya no podrá
cubrirte.

Aunque tú no lo quieras. Y aunque tú no lo quieras
soplarán solo los vientos que yo desate.
Ayer fuiste, lluvia pétalo, mar inmenso,
flor.

Hoy, la bugambilla no reconoce tu geografía,
ni alquimia hay capaz de aislar tu fragancia,
reloj que mida tus horas.
Sola,
no hay palabra más terrible.





(*) Este poema forma parte de la Segunda Entrega del Cuaderno del Deseo
escrito en colaboración con Ana María Fariñas.


Del libro Cálidoscopio
Antología Generacional
Colección El Ermitaño, 1993

DICEN QUE ESTOY LOCO

-a florentino huerga-
"...quien evoca el color de la tierra
o su olor, favorece la mentira, de sus
poseedores. La cuestión no es la
fecundidad del suelo, ni el amor que le
tienen los hombres, sino muy especialmente
el precio del grano y el precio del trigo".


Bertold Brecht



antonio no está en casa, maricarmen tampoco,
yo tampoco,
rosa se fue, maría no sé dónde está,
maripe se casó con un negro
robin se volvió a san diego,
mari-tere, vive en boston,
en gracovia, wanda
lole de ory, en cádiz
yo tampoco
todas se alejan, se apartan de mi lado
...dicen que estoy loco
tienen razón
pero no saben lo que es la razón
de la locura
yo tampoco



Del libro Cálidoscopio
Antología Generacional
Colección El Ermitaño II, 1993

RETRATO DE UN ENCUENTRO VIRADO AL SEPIA

A Julio Rivera

El trajín de la gente
recuerdo, aquella tarde
en que nos conocimos.
Estrépitos de sueños.
Tu apariencia tranquila.
Los vasos se juntaron.

Puede que fuera un jueves
de un olvidado año y
un tren nos esperara.
Bailaba entre dos mundos
Kropotkin, una polca.

Entonces, no jugábamos
golf en las azoteas.
No aceleraba el paso
nadie si hacía frío.
Eran días de atrapar
la sal entre los dientes.
Gozar. Dormir al sol.
Beber y caer borrachos.

Ahora, conocedores de dudas
y destierros. Lo agrio.
Turbios como los mocos.
Cansados, amanecemos.
A Iquitos o la China
se fueron los baúles.

La lengua sabe amarga.
Las frases se han partido.
Todo se hace mercurio.
El sol se ha vuelto espeso.
Duelen los años
orondos tras los cerros.

El viento se ha calmado.
La voz aclara el hoy.
Por aquella atalaya
nos espera en Poniente:
una mesa y dos vasos.



Del libro Cálidoscopio
Antología Generacional
Colección El Ermitaño II, 1993

ABRIL DE 1964

Alados son los compases de la caja que canta
mediterráneas melodías, alado este bolígrafo
garabateador de signos y memorias, de niño, perdido
entre olores y nostalgias, remiendos, hielo y bicicletas.

Antes había sido la tiza, blanquisucio reguero
de caracol, como de moco; Sevilla, naranjales floreciendo
en la calle del Aire, pasitos menudos, dedos nerviosos
agrandan el discreto boquete entre la pana. Los buses y
semáforos frente al cine Rialto. Pardiblanca la estatua
sentada y amorosa, esperando el latido asonante o el
involuntario pestañeo provinciano.

Así, poquito a poco, enderezando el paso entre la
muchedumbre y esquivando a los autos, siempre por la
derecha, Plazuela de la Alfalfa inconfundible por su
perpetuo guirigay de canarios, sellos, sombreros,
cacahuetes y charcos.

El globo amarillo sobrevuela espadañas y Archivos
de Indias, otea los miradores hasta caer lentamente al río,
mas no llegará a Salmedina, subirá en el recodo hasta
La Pañoleta y desde allí a Coca, y de coca a coca,
Castilleja. Este reloj de arena está tocando fondo,
próxima la vuelta a la rutina, hay que ver si colará
esta vez lo de la familia numerosa para el billete.

¡Oh, loco mundo! ¿Permitirse cuestionar si empleábamos
bien los cinco duros de papel?


Del libro Cálidoscopio
Antología Generacional
Colección El Ermitaño II, 1993

LLANTO DEL POEMA POR HABER PERDIDO SU COTIDIANA GEOGRAFÍA DE PAPEL

Fue una tarde cualquiera de otoño, cuando entre farolas
circulaban los autos como atropellándose, mientras los humos se
iban enroscando en sus volutas, jugueteando como niños que saltan
de la acera al asfalto, del asfalto a la acera. Mi paso, sin
sonido, tras haberlo olvidado en cualquier esquina de la memoria;
encaminándome a un no-sé-dónde de sombras recortadas de farolas,
la mía se confundía repitiendo contorno contra la pared izquierda.
Mentalmente cuento los espacios iluminados: uno, dos, tres y
cuatro hasta la calle, para luego repetirse en monótona aritmética.

La pluma Parker regalo de cumpleaños se ha desembarazado
de su negro capuchón, garabatea su tinta negriblanca sobre el
asfalto, asestando puñaladas por donde quiera que pasa, reptando
hasta encaramarse por las fachadas hasta las copas de los árboles.
Desde allí dibuja ráfagas de vientos capaces de atemperar
cardíacos ritmos y mínimos vericuetos del espacio. Mientras tanto
la cuartilla se sorprende de su inesperada soledad, advierte de
repente, sin un mínimo aviso telegráfico su orfandad de tintas, de
ecos. Observa ensimismada cómo primero las comas, luego las diéresis,
los puntos y comas, los acentos se escapan de los textos iniciando
vuelos al principio cortos, para convertirse en decididos y alcanzar
las ventanas y huir por las avenidas casi desiertas de viandantes.
Recobra su vegetal conciencia poco a poco, como cuando se vuelve de
una pesadilla y descubres que estás viviéndola, que es verídica y
palpable, tangible y manifiestamente cruel. Juan de Mairena se
pasea por Salamanca, Vallejo baila entre los aguaceros de París y
los ángeles de Alberti corren hacia el café de Silverio Franconetti,
allí los esperan los ayes de Terremoto de Jerez.

Lágrimas lechosas como de semen se extiende sobre el poema
y lo está blanquiborrando, emborrolimpiando, otoñeciendo.


Del libro Cálidoscopio
Antología Generacional
Colección El Ermitaño II, 1993

SIN TÍTULO

De poco vale perderse entre los cuartos y ser viajero
al baño, conductor al patio o astronauta de balcones si no se
tiene cédulas de espantos, ni permiso del rey de Swazilandia
para asaltar caravanas de camellos en Marzo.

De poco o casi nada sirve tener más de treinta palacios
llenos de manuscritos arcaicos griegos sobre la polución de las
mariposas, el área del planeta Tierra y aproximaciones matemáticas
de curvas de tiros por catapultas, si el balcón de enfrente de mi
piso siempre tiene la cortina echada y la niña de ojos avispados
sólo se asoma de higos a brevas, y ni el gato aparece en los
tejados los fines de semana.

Por eso no me queda más remedio que practicar el desfile
con una compañia de saltamontes USA casi todo el día y luego, por
la tarde, aunque caliente el sol hasta derretir la olla a presión
(si compra la V3, le regalamos dos sartenes y número de cinco
cifras para optar a un almuerzo gratis para dos personas), dibujar
tuercas y muelles para cualquier multinacional de la automoción.
No tiene el menor sentido el hacerse de idem y con la calculadora
de luz solar, comprobar con tristeza que el trabajo de esclavo
durante toda la vida, difícilmente es lo suficiente para un viaje
de seis meses.

Y claro, cómo se atreven mis vecinos ni siquiera a
plantearse el saludo en la escalera o si aparco saliéndome de la
línea amarilla.



Del libro Cálidoscopio
Antología Generacional
Colección El Ermitaño II, 1993

ELEGíA AL MAESTRO DESAPARECIDO

A José Luis Tejada



De vez en cuando se deja algún amigo en un patio flanqueado
por cipreses, en un solar ruinoso y ventilado por signos y claveles.


A veces el plumier de mi Parker se entristece de pronto y
lágrimas de tinta emborronan mi cara. Voy dejando retazos de
sonrisas -siempre horizontalmente para que vean la luna- y luego,
recelosos, partimos hacia el arco que divide contemplación y gritos.
Son esos días en los que la frágil bolsa del recuerdo se desfonda y
entre las hilachas van cayendo al albero saludos, frases sueltas,
despedidas mezcladas de tabaco y alhucema. Esto me hace pensar por
qué también mi foto va perdiendo su plateada fijación de ayer, si
se mira detenidamente no se aprecia el contorno claramente; debe ser
que a todos cuanto dejo en el patio van llevándose consigo, puede que
en los zapatos, el apresto de aquella ropa que nos delimitaba, la copla
que hería más o el poema que surca, balanceándose, mares ignorados.


Esta mañana acompañé a otro amigo a ese patio. Normalmente
bajaba "al sur del sur" atravesando esta bahía enloquecedora y
perimetral, ponía notas y signos, y a veces hasta pasaba lista.
Luego subía siempre por la bahía y buscaba la cara para leer los ojos
y no los encontraba, volvía a bajar y a subir y a bajar nuevamente
para escribir los ojos y no los encontraba y no los encontraba.


Bien tarde he comprendido tu bisturí de disección de versos,
la constante humedad de las comisuras de tus ojos, la lágrima fácil,
tu obseción por el tiempo y el sofá de cuero desfondado. La caracola
gigante de tu escalera aún la conservo.


Luego volví a inundar de algas mis bolsillos y soñé con
subirme a los cañizos y esterones de La Puntilla, arrebatado de
impotencia, para desde allí desafiar al viento de Levante.
Tembloroso y triste me refugio en el oscuro reducto de mi casa,
y la altanera araucaria de mi balcón va susurrándome sus quejíos
vegetales circundada también por cuatro muros. Me pareció por un
instante oir el ulular del viejo molino de viento de la calle Valdés,
girando alocadamente, desesperado, por perder al mejor de sus amantes,
allá, no muy lejos, concretamente en un patio flanqueado por
cipreses, en un solar ruinoso y ventilado por signos y claveles.

(El entrecomillado es una cita del título de un libro de poemas
de Julio Rivera Cross).


Del libro Cálidoscopio
Antología Generacional
Colección El Ermitaño II, 1993

SI SUFRO NO ES COSTUMBRE

Si sufro no es costumbre,
dejé atrás juventudes,
ausencia, hospitales.
Acaricié y fuí dueño de playas,
muchachas, dolores, aguaceros.


Hoy, las dioptrías aumentan.
El piso disminuye.
Soporto mal ocho horas
tantos días...


Si sufro, no es hábito malsano.
Los cincelados mármoles me asustan.


Del libro Cálidoscopio
Antología Generacional
Colección El Ermitaño II, 1993

SATYAHARA NO QUIERE VERME HOY

..."Si no te hubieses enamorado de
un muchacho vil, de baja condición...

Muhammad Ben Galib Alrusafi,
de la Ruzafa de Valencia

(m. 1.177)


La cascada está robando al monte
un grito
el paso de la lluvia
está triste -La Luna-
no sabe llorar esta noche

El agua continúa humedeciendo
su cara
Satyahara vigila en el porche
interpreta en el fuego de la vida
desgarrando a intervalos las quimeras
del agua

Envidiosos
los grises troncos contonean
sus ramas
-asustándola-
para seguir de pasada
siendo sombras
y detener la noche en sus miradas

Otra rana se ha convertido en príncipe


Del libro CálidoscopioAntología Generacional
Colección El Ermitaño II, 1993

A PESAR DE QUE DEN VUELTAS LAS CABEZAS

A pesar que den vueltas las cabezas
a pesar de todo
a pesar de ti mismo
y de mi mismo
muy a pesar de todo
es absolutamente necesario
es absolutamente imprescindible
luchar
seguir luchando
luchar siempre
a pesar de la tierra y de la sangre
a pesar de tus gentes
a pesar de tu muerte y de tu miedo
a pesar de mi miedo y de mi muerte
muy a pesar de todo
Es absolutamente necesario
es rigurosamente imprescindible
luchar
seguir luchando
luchar siempre.


Del libro Cálidoscopio
Antología Generacional
Colección El Ermitaño II, 1993

C Á D I Z

Apetece sentirse arracimado:
de vasos,
de besos,
de alcobas.

Apetece autodestruirse.
Quebrantar la figura.
Desarrollar un trazo.

Y acabar sin desmayo,
paseando
cerca de la Alameda.

Farolas como perlas.
Los ojos guiñados por un faro.
Frenesí de los barcos suspirando.

Todos los que tienen balcones al mar,
acaban ciegos.


Del libro Cálidoscopio
Antología Generacional
Colección El Ermitaño II, 1993

AUTORRETRATO

"Aquellos que no tienen fantasía,
no pueden entender: es muy complejo".

Alberto Cortéz





Atlante emergido
tarteso deambulante.
fenicio, griego, ibero
romano, alano, suevo
vándalo, judío sefardí
berberisco, andalusí, sufí
magrebí, nazareno, negro
jesuíta, claretiano
hispanogringo, panteista,
poeta, historiador, periodista
dibujante de tebeos.

Porteño, gaditano y jerezano,
mediterráneo y africano.
caracola de todas las bahías.

El mar: "Razón de ser"
cuna, quilla y proa de mis besos
en la espera de reverdecer
corcho y reposo de mis restos.


Del Libro Cálidoscopio
Antología Generacional
Colección El Ermitaño II, 1993

martes, 12 de octubre de 2010

OLVIDAR NO ES ETERNO

Olvidar no es eterno


No me digas amor
no me lo digas
que olvidar es perpetuo
como son tus razones
junto a mi carne breve.


¿Me olvidarás del todo?
¿me oyes? me olvidaré
de la suma perenne
de tu cuerpo.

Los que llegan y empañan
los cristales de mis músculos
mendigos del abrazo
en este inmenso mundo
de mi entraña
se olvidará tu risa,
y las calles
tras el taconeo firme
de tus caderas
esas mismas calles
que tanto saben de nosotros.


Los versos no son nada
sin los ríos
nos miran de reojo, se sonríen.
Nunca mueren.


Yo sí quiero morirme
y si es posible ahora
que te siento
porque quimeras son
como nosotros.


Y el viento las tormentas y los truenos
es esa tenue luz que nos desvela
inciertos desarrollos
de uno mismo
oculto y cierto
respirar lastimero
que evoca el palpitar
de la memoria.

Y el viento nos seguirá de nuevo
como la sombra
atada a las cosas.

Te contaría te sueño
te deseo -te anhelo-
nada soy sin tus besos.

Y es por eso –ternura de mis ojos-
que busco en los papeles
o en los barcos
por si veo reflejarse en los espejos
rachas huracanadas
por si me muestran tus senos.

Oo00oo0



© Sol Ruiz & Jesús María Serrano
All rights reserved.

MALDITO ESPEJO EN QUE A VECES ME MIRO

No sé si sabes
cada vez que me miras,
tiernamente
desde el subterfugio,
cuando me atrevo
a leerte en los ojos
o morder ese harina que ocultas.

A veces sombra y otras hielo.
poniente venido de lejos
que me sustrae de tus brazos
y me realza,
dilatando mi cuerpo hasta romperlo
de todas las heridas
que me ocultas.

Y que este espejo
este maldito espejo
callado y chulesco que me mira
me ha encadenado el pelo
y robado la voz
recién levantada.

Traslúcida las manos y mejillas
sin nieblas y sin celajes,
para engañarme
como cuando era niña
y los rayos de las tormentas
me asustaban.

Retengo la fragancia de los tiempos
en que no era mujer yo todavía
mi cuerpo era campana de una iglesia
y a veces casi no me reconozco,
o quizás sea mentira y no me extraño
de verme
tan nítida
y vibrante
una fugaz tormenta de verano.

No sé, si conoces el estertor
más profundo de mi carne,
donde tu boca y tus manos me perforan
en un seísmo interminable
y desplazas mi aliento hasta el abismo.

Desnuda estoy perdí mi historia
palpitando, tiritando por dentro,
y me pregunto a veces cuando duermes
si acaso me conoces
si acaso me conoces.


COLABORACIÓN ENTRE SOL RUIZ & JESÚS MARÍA SERRANO
©All rights reserved.

BOLÍGRAFOS DE FUEGO

BOLÍGRAFOS DE FUEGO

He puesto nombre a los pinos
música sobre los barcos
charlo con los gorriones
crucigramas imposibles
arcoíris en la noche
grito por las avenidas.

Ya no me importa morirme
ahora –en este momento-
he amado con tanta fuerza
y tanto dolor y olvido
poco importa
si en ambulancias me llevan
a camas de perturbados
o a grutas de manicomios..

Vivo y miro alrededor
y solo encuentro consuelo
mirando un escarabajo
si las gaviotas me guiñan
o un vapor llama a mi puerta.

Si esto es locura
estoy loco
loco como siempre he sido
charlando con las farolas
y en los cielos las respuestas..

Todo lo que no hemos hecho
lugares que nunca vimos
favores que no cumplimos
personas que despreciamos
con sus dedos nos señalan
volviéndonos la cabeza.

La muerte siempre rondándome
hablo solo todo el día
soy mi mejor camarada
-mis muertos siempre conmigo-
y el fuego el mejor testigo
por devolver a la tierra
las cenizas
-lo que somos-.

Un bolígrafo de fuego en la mano
un bote de espray en la pared
la pluma que tanto amo
el fuego que todo lo purifica
para contarle a la gente
la ingenuidad de los niños
y la crueldad de la vida.

YO CREO EN LOS CIELOS Y EN LOS MARES

Yo creo en los cielos y en los mares
percibo en viento en mis mejillas
y escribo cosas en cuartillas.


No he pretendido ser poeta
me aburre escalar cualquier montaña
y loco estoy de la chaveta
enamorado estoy de una araña.

Si un helicóptero sobrevuela
mis perros ladran y me llaman
y me descalzo y me arrodillo
para que ellos jueguen con la suela.

¿De qué me sirve ser poeta
si a pulmón libre no consigo
beberme todo lo que vivo?

Yo creo en los cielos y en los mares
percibo en viento en mis mejillas
y escribo cosas en cuartillas.


Si llaman al timbre de la puerta
sonrío y me acerco y no veo a nadie
luego me río y me doy la vuelta.

Y será quizás cuando marchamos
que cuando andamos no pisamos
cuando pensamos no lloramos.

¿De qué me sirve entonces ser poeta
si cuando miro al horizonte
nunca se ve al rinoceronte?
con mucha suerte una cuneta.

Escribo cosas en cuartillas
yo creo en los cielos y en los mares
percibo en viento en mis mejillas.


Algunas pasan otras me invento
muchas quizás nunca ocurrirán
es como creer al ayuntamiento.

Y quienes mandan en mi pueblo
magrean las tetas caribeñas
cuando se mofan de los negros
y luego beben Valdepeñas.

Y cuando paso por las calles
y veo sus caras que me miran
pienso en sus hijos y en su madre
dicen que duermen y es mentira.

Y aquí se quedan nuestras notas
son como pelotas tristes
betún de un pobre limpiabotas.

Ya no me engaña el telediario
ni caso le hago al de la radio
el pan lo pago con dinero
y del tabaco no me alejo.

LA LUZ DEL TECHO PERMANECÍA APAGADA

Estaba la pasión como dormida
sentada en su sofá algo desfondado
la luz de techo permanecía apagada
o fundida quizás
nadie lo sabe.

Y de pronto entró por la ventana
como una brisa fresca del Atlántico
y miró alrededor.

Dicen que llevaba tacones puntiagudos
para marcar los ritmos.

Mi corazón fallaba por momentos
y mi amante me había vuelto la espalda.

Y que las chumberas y los retamales
ya no guardan los caminos
la sombra la venden enlatadas
en paquetes de seis
y esta noche
la mar se niega verme.

Lucho por conseguirte
y garras son mis manos y no te siento
yo que quería escalar tus senos
bajar en tirolina hasta su sexo
-y mírame ahora-
con muletas andando por la calle
y las lágrimas
surgen de Levante.

Y es que a veces
en cualquier esquina
he perdido tu sombra
como pierden los combates
esos púgiles en el cuadrilátero
a pesar de dominar
las apuestas del público.


©Jesús María Serrano
Lapsus Calami Productions
Praha, Cesk Republik

DE LOS AMIGOS

Si prometéis sigilo, si guardáis el secreto
os contaré que un día: ¡qué jóvenes entonces!
De amor y ternura eran nuestros ropajes
cuidaban nuestros juegos arcángeles risueños.
Recuerdo: yo os lo juro, con cientos de gacelas
cabalgar los desiertos en noches estrelladas.

Los dioses yacían muertos –nadie ya creía en ellos-.
Con justicia y acierto gobernaban la tierra
el geranio y la cinta. Nadie pasaba hambre:
Todos teníamos casa: la tristeza se ahorcó.

Era estación la risa salpicada de nácar
dibujo de alameda, Sanlúcar por la tarde.
La sombra que te llama acogedora y fresca:
el valle de las danzas y vino a todas horas.

¿Quién nos roba la magia de plantar en la luna
hijos con seis sonrisas araucarias rotundas?

¿Quién esconde las caras de la gente que amo
sencillas eficientes radiantes generosas?

¿Quién aparta sus manos hechas del terciopelo
de las nubes lejanas las tardes de verano?

Quizás no recordéis que dioses hemos sido
todos de nuestra casa –el dolor no era nada-.

Quizás no recordéis el néctar en los labios
el brazo que te acuna, el pecho de la madre.

Quizás no recordéis que todos fuimos reyes
y gobernamos mundos hechos de fantasía.

Ya entonces os quería –conocía vuestras voces-
por eso, yo os lo pido: repetid estos versos
y cuando ya no exista: gozad y recordadme.

ooOOoo

DE LAS MUJERES Y LAS PALMERAS

Poco importa amar a una mujer
una palmera
-ambas saben tan bien contonearse-
y el amor extenderlo como sombra
ofrendar la luz – la maravilla -.


Como la miel más dulce de los dátiles
ardientes dunas son los de mi amada
mis labios recuesto sobre ellos
y es la arena fundiendo la utopía
-la arena del desierto-.


¡Qué prodigio me llama día tras día
en el albor de las ventanas
irisando de azul estas paredes
soles y verdes manos en los muebles
para que me siente y lo contemple!


Poco importa amar a una mujer
una palmera
capitanías de todo el universo
aman ríen sufren callan sueñan.
¿Cómo puedo pagar tanta belleza?

Oo00oO

PRAHA (LA LLEGADA)

Si no fuese por la Guardia Civil
ni por el arco ése que te radiografía
llegar a tí sería como un suspiro.
Si no fuese por la estrechez de los asientos
o la tabarra de las azafatas
recordando que hay ocho salidas
¿De qué nos servirá un salvavidas
estando a 21,000 pies?

Luego serán las nubes las montañas
Niza y los Alpes siempre tan nevados
bordear Italia, volar sobre Austria
luego Alemania y Ruzinhe abajo.

Y el bus número 100 dirección Slizin
tu metro ruso con acceso central
y el silencio de las estaciones
es cuando noto que he llegado a casa.

Y subo con miedo tus escaleras
intuyo el Vltava muy frío sobre mi
ya estoy otra vez pisando tus adoquines.

Porque no eres una ciudad cualquiera
tampoco eres siquiera una ciudad
sino una trampa que me posee.

Y el chirriar de los tranvías
sus apeaderos en medio de las calles
donde nadie fuma ni habla ni se miran
donde no me siento nada extraño
y en Andël salgo y miro las catenarias
los mendigos las bolsas de la compra
acaricio la máquina expendedora
procuro no sentarme para sentirte cerca.

Y un cementerio nos recibe
Bertramka donde vivió Mozart
avanzan las oficinas los negocios
en Klamovka bajo las maletas.

Entonces me recorre un escalofrío
¿qué hago aquí tan lejos de mi casa
donde no hay mar ni tampoco me entienden
y el sol se oculta tan temprano?

Y es que los adoquines de tus calles
ejercen tal influjo sobre mi
que siempre vuelvo a pisar tus aceras
como vuelven los presos a los cárceles.

Y me prometo no volver a cruzarlo
no mirar las estatuas del gran puente
ni perder la vista entre sus aguas
pero el Vltava me llama a que lo adore.
Recuerdo entonces al Guadalquivir o al Tejo
al Luxus, al Darro que cruza Granada
y todos ellos parecen tan pequeños
tan insignificantes.

Y paseo por tus calles de la Ciudad Vieja
tan llena de turistas con sus cámaras
tan ciegos tan contentos tras la banderita
y me ciegan sus flashes y sus risas
porque yo ya soy Praha y en la esquina
se esconde mi sombra divertida
como recuperada de un destierro.




Del libro LAS CIUDADES