domingo, 29 de diciembre de 2024

 Ha sonado el móvil en la mañana

lo he dejado sonar sin descolgarlo

ha vuelto a hacerlo por la tarde
y otras dos veces más.
No he respondido aterrizaje
de la tristeza Agustín
era ya humo
solo
envuelto en algas
verdes y azulinas
en silencio
sin nadie en la casa.
Ha sonado el móvil
estruendosamente
lo tomé en la mano
pronunciaron mi nombre
-me conocen-
dígame contesté
a sabiendas que las malas noticias
son constantes.
Dígame repetí
nadie me habla
oigo un suspirar
ruido de motos
una sirena
el autobús urbano
al ralentí.
Arrojo al teléfono a la calle
quedándose enganchado
de unos cables
asomo la cabeza
cuento catorce.
Es Agustín lo sé
quien me llama
con su hoz y martillo
su cigarro encendido
su rictus
amargo derrotado.
En un rincón quedó el respirador
su lucha su viaje a la Unión Soviética
y también
la bandera tricolor.
Hubiese estado bien
por él
qué alguien cantase
fumando en el balcón
Arriba pobres de la tierra.
OoooOoooO

jueves, 26 de diciembre de 2024

CANCIÓN

Madre mi carpintero no viene a verme
tengo tantos celos que el cuerpo no me sostiene.
Del miedo que me entra no quiero ni pensar
con otra carpinterilla él pueda estar,
¡Por Dios que venga,
por Dios que venga!
Le tendré preparada mejor merienda.
Calle de San Francisco, la de Jerez
donde pasan los frailes de tres en tres
“larga y serena” monjas por decenas
te buscaré, seguro que te encuentro
carpinterillo, con las manos y cara como el tablón
lo mismito que tengo mi corazón
al final de la calle pondré un cartel
¿ha visto un carpintero, dígame usted?
que lo busco y lo busco desde anteayer
con una cañonera te buscaré,
entre las azucenas y el laurel
te buscaré con siete monaguillos y un mire usted
mirando a la pared.

sábado, 21 de diciembre de 2024

LA SOMBRA DE UN DIOS

Un poeta no es otra cosa que un mueble viejo

 que abre y cierra sus cajones 

aunque no lo queramos, 

si dice Vía Láctea 

aparece claramente en el oscuro cielo;

 si recuerda el encaje 

todas las mercerías los muestran sonrientes; 

si habla de los muertos juegan al mus; 

si habla de la petunias, 

si habla de la petunias entonces está vivo

 y ea peligrosos por ser 

la sombra de un dios acorralado.

SER TRANSPARENTE

Tras la sucia cortina
hay un boli sin punta procedente de Urano
para anotar los crímenes pendientes
y futuros.
Y en esa libretita con hojas de la higuera
intento que no ocurran,
la sangre no fluya
de niños sin cabeza que vigilan las calles
suben para orinarse en los gatos
hartas ya las farolas de continuas meadas
allí mismo
junto al contenedor orgánico
ese de tapa rota pringoso
y maloliente.
Vivimos lejos de las azaleas.
Las anchas avenidas de mujeres
tan bellas
quienes fuman Vogue en pitilleras largas
yo sé que no me miran
porque soy transparente
yo sé que no me miran
ni siquiera molesto
yo sé que no me miran…
Las sombras son tan largas
los alcorques tan rotos
las flores perfuman
las aceras de otros.
Tubos de escape expanden humos azules
y verdes y marrones
de vez en cuando un niño
que cuidan las criadas filipinas
con ojos asustados y blancos
uniformes
rezan el rosario
y lloran porque temen
ser deportadas.
Desde un ordenador
canta un tal Omar Montes
y veinticinco mil mujeres
bailan zumba,
sudando
en ropa oscura.
Rimsky Korzakov se ha disparado
con su pistola de oficial
de la Armada Rusa.
Suenan los teléfonos saltan las alarmas
de escotes de vértigo
señalando destinos
las esperan otras dentro de autos
con el motor en marcha
y dentro
oscuras gafas y tacones de aguja.
Yo sé que no me miran
me palpo por si existo
o soy otro grafiti
pintado en la pared.
Sé que es inútil publicar
poemas que no riman
sé que los libros ya no se leen
sé que soy viejo ya nadie
me recuerda
sé que mi altura y mi historia
se han soldado
en cualquier batería agotada
de teléfono móvil.
Yo sé que no me miran.
0ooo0ooo0